Un hombre de Tennessee que cumplió 31 años en la cárcel por un crimen que no cometió solicitó al estado una indemnización de un millón de dólares por todos los años de su vida que le arrebataron. Hasta ahora, todo lo que ha conseguido son 75 dólares, informó CNN en Español.
En octubre de 1977, una mujer de Memphis fue violada en su casa por dos intrusos. Más tarde ella identificó a uno de ellos como su vecino, Lawrence McKinney, que tenía 22 años en ese momento. El hombre fue condenado por violación y robo en 1978 y sentenciado a 115 años de cárcel.
Sin embargo, la evidencia de ADN lo liberó de los cargos en 2008, y cuando lo dejaron libre en 2009, el Departamento de Correcciones de Tennessee le dio un cheque de 75 dólares para rehacer su vida.
«Como no tenía identificación pasaron tres meses antes de que pudiera cobrarlo», le dijo McKinney a CNN.
Ahora el hombre de 61 años le pide al gobernador de Tennessee, Bill Haslam, que lo exonere. La Junta de Libertad Condicional de Tennessee, que hace recomendaciones al gobernador, negó la solicitud de McKinney tras una votación de 7-0 en una audiencia en septiembre.
La exoneración formal podría abrir el camino para que a McKinney se le pague un millón de dólares en compensación por las décadas que pasó tras las rejas.
«La junta de libertad condicional revisó toda la información relacionada con el crimen, convicción y apelaciones posteriores, así como la información proporcionada por el peticionario», dijo Melissa McDonald, portavoz de la Junta de Libertad Condicional de Tennessee. «Después de considerar todas las pruebas, la junta no encontró evidencia clara y convincente de inocencia y se negó a recomendar clemencia».
Uno de los abogados de McKinney, Jack Lowery, cree que el gobernador Haslam debe tomar la decisión.
«La junta no está capacitada para tomar estas decisiones y no debería», dijo. «Es ridículo que la junta de libertad condicional intervenga cuando muchos (de ellos) no conocen la ley».
Aunque McKinney y su equipo son optimistas, él sabe que esta es su última oportunidad de conseguir la exoneración. Inicialmente intentó en 2010, pero el entonces gobernador Phil Bredesen nunca actuó. Cuando Haslam fue elegido gobernador, McKinney tuvo la oportunidad de solicitarla de nuevo.
«Todo lo que pido es que me traten de manera correcta y justa por lo que me ha pasado, no hice nada y sólo quiero que me traten correctamente», afirma McKinney
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