Hoy 25 de septiembre se cumple un año de la muerte del jugador de béisbol cubano, José Fernández.
Sin embargo, su familia y amigos cercanos afirman que este día no será diferente del resto, ya que todos los días desde la trágica muerte han sido sumamente dolorosos.
En la noche del domingo, pocas horas antes del primer aniversario de la muerte de José Fernández, algunos de sus amigos cercanos y familiares visitaron el sitio donde él y otros dos muchachos murieron.
Entre las muchas caras llorosas, sólo había una sonrisa inocente: la de su hija de 7 meses, Penélope.
«Ella es exactamente como él: su sonrisa, sus expresiones», dijo Iliana de la Cruz, una amiga de la familia, «Él siempre dijo que quería que su hija tuviera los ojos azules de su madre, y ella tiene sus ojos azules».
«Aunque no pueda verla, sé que donde quiera que esté, la vigila y la protege», dijo Maritza Gómez Fernández, la madre de José Fernández.
Ha sido un año doloroso para los que conocían al lanzador de los Marlins, icono de la comunidad cubano-americana.
Fernandez tenía sólo 24 años de edad cuando su muy prometedora carrera de béisbol terminó en un violento accidente de bote.
Su legado sigue siendo un tema de debate desde que los investigadores revelaron que Fernández tenía alcohol y cocaína en su sistema cuando se estrelló su barco, matando a los pasajeros Emilio Mascias y Eduardo Rivero.
La familia planea pasar todo el día de luto en privado.
(Con información de NBC6)