El humorista cubano Ulises Toirac dedicĆ³ un largo escrito en sus redes sociales para hablar sobre el humor, la televisiĆ³n y la censura en Cuba.
AquĆ les dejamos las palabras de Ulises Toirac:
ĀæHUMOR Y TELEVISIĆN… OTRA VEZ?
Hace unos dĆas recibĆ invitaciĆ³n de la UNEAC para una reuniĆ³n que iba a tratar sobre el humor en televisiĆ³n y a la que iban a asistir muy altos responsables del dilema (mĆ”s que problema).
Luego de pensarlo medio minuto, decidĆ no ir. En mi ya larga carrera esta iba a ser la cuarta idĆ©ntica reuniĆ³n (con mĆ”s altos personajes en otras ocasiones) y no van a resolver nada, porque es un Ā«problema imposibleĀ» (o sin soluciĆ³n).
La primera dicotomĆa asoma en el hecho de ser un medio Estatal. MĆ”s que Estatal, del PCC y es utilizado para emitir la posiciĆ³n y criterio de ambos (partido y gobierno). En el entendimiento que esto fuera correcto, ese solo hecho posiciona a la tv cubana como portavoz oficial. No tiene un cartel como el periĆ³dico Ā«GranmaĀ», pero lo es. Tanto hacia dentro de nuestro territorio, como hacia afuera. Y esto de plano pone serios lĆmites al humor porque lo obliga a sostener esas bases, y cuando pueda Ā«moverseĀ» un poco fuera de esos lĆmites, serĆ” siempre bajo cierta aquiescencia condescendiente vigilada de muy cerca. No tengo que decir cuan lejos estĆ” el humor de florecer a estas restricciones.
Por otro lado estĆ” la ‘seudoautodefinicion’ de televisiĆ³n pĆŗblica, o sea, dependiente de los peculios que el Estado pueda asignarle (aka Ā«cero patrocinio no estatalĀ»). Esto impone en cualquier televisora en el mundo una restricciĆ³n de finanzas bien seria, por lo que es dificil que se realicen producciones costosas como series, novelas, largometrajes para tv, transmisiones deportivas, espacios noticiosos, etc. La tv cubana es pĆŗblica pero los lleva a cabo porque no hacerlo implicarĆa una rotunda carestĆa de oferta audiovisual propia. Esto convierte al medio en un pesado fardo para las economĆas del paĆs. Y es bien pesado. Aunque nuestras producciones no alcancen ni soƱando los presupuestos de similares de otras latitudes, hablamos de millones de pesos. Y el bebĆ© lactante que supone un gigantesco organismo de muchos aƱos viviendo de un soporte poco eficiente econĆ³micamente y con serios lastres en sus relaciones productivas cada vez mĆ”s deformadas (a tono con el resto) es demasiado fardo. Constantemente tiemblan las Ā«asignacionesĀ» y un aƱo si y el que viene Ā«Ya veremosĀ». Y en su interior, la imposibilidad de trazos serios de proyecciĆ³n, y de planificaciĆ³n de reformaciones, mantenimiento, construcciones y compras. Hablo pensando en equipamiento tĆ©cnico, estudios, servicios escenogrĆ”ficos, vestuario, maquillaje…… y un largo etc.
El tercer elemento es la subjetividad de los anĆ”lisis del humor. Lo que para unos es irrespetuoso, para otros es hilarante, para terceros es racista y para algunos aburrido. Cada dirigente ve cada chiste de forma diferente. Hay que ganarse una ‘confianza’ inicial para que cada anĆ”lisis no venga precedido por la suspicacia y aĆŗn asĆ pasar un serio filtro de acuerdos para poder salir al aire. Y Dios te libre de las circunstancias. Lo que ayer era publicable hoy es sencillamente Ā«contrarrevolucionarioĀ» por obra y gracia de la situaciĆ³n coyuntural que ha creado un evento cualquiera en la arena internacional o una Ā«casualidadĀ» dentro del paĆs.
Y como cuarto pero no rezagado estƔ el poco respeto de esa maquinaria a los creadores a los cuales usa, paga magramente y luego olvida. Pero no un olvido de sentimientos, sino uno mƔs prƔctico y contundente. Valga decir que durante aƱos la tv cubana ha retransmitido cientos de programas Jura Decir La Verdad, por ejemplo, sin pagarle un solo centavo a sus autores.
ĀæPorquĆ© habrĆa yo de perder dos horas de mi vida en asistir a una reuniĆ³n que no sĆ³lo sĆ© cĆ³mo se va a comportar, sino lo que va a (no) resolver?
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