Inmigrante afectado por la cancelación del parole humanitario decide irse de los Estados Unidos

American airlines en el Aeropuerto de Miami. Foto: Jose Bastos Silva / Shutterstock.com

La preocupación ha aumentado entre innumerables personas tras la cancelación del parole humanitario para migrantes procedentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, quienes ingresaron legalmente a Estados Unidos se enfrentan ahora a un ultimátum desalentador, ya que deben salir del país en un mes o se arriesgan a una deportación rápida, especialmente si carecen de documentación adicional que respalde su situación.

José Fuente, es un venezolano que se encuentra entre los miles de afectados ya que entró a Estados Unidos a finales de marzo del  2024 con parole humanitario reportó Univision.


Fuente, quien tiene tres hijos lejos de Venezuela, se prepara para regresar a su país a pesar de no tener allí familiares cercanos.

Fuente, quien tiene tres hijos lejos de Venezuela, se prepara para regresar a su país a pesar de no tener allí familiares cercanos. En declaraciones a Univision dijo: «No veo el futuro, veo el presente, que es muy atropellado, el futuro es hoy».

“El daño que se le está haciendo a las personas que fueron amparadas por el parole humanitario, es doble”,  “Entramos de forma legal al país, no merecemos ser tratados como criminales”, añadió José que asegura no tener otras opciones para legalizar su estatus migratorio.

La cancelación del programa lo ha puesto en un estado de incertidumbre jurídica y emocional, con el tiempo en su contra y sin un país seguro al que regresar.

José, quien ahora reside en Miami tiene que salir de Estados Unidos antes del 24 de abril, la fecha límite fijada en el Registro Federal después de la terminación oficial de su libertad condicional.


José Francisco Fuente, su hijo, ha asumido la difícil tarea de conseguir boletos de avión para su viaje de regreso a casa, pero el proceso se ha vuelto más difícil debido a la suspensión de los vuelos directos de Estados Unidos a Venezuela.

La familia teme que si no pueden asegurar su propio regreso, José podría ser encarcelado, encadenado y llevado a centros de detención o enviado de regreso a otros países, similar a lo que ha ocurrido en otras situaciones trasladadas a El Salvador.

El gobierno de EE. UU. ha instado a las personas con permiso humanitario a abandonar el país voluntariamente. Quienes opten por salir por tierra deben utilizar la aplicación CBP Home.

Quienes optan por viajar en avión solo necesitan un billete de avión. Independientemente del método elegido, los costos asociados con la autodeportación recaen sobre el migrante.

El Departamento de Seguridad Nacional ha dejado en claro que las personas que tienen solicitudes en proceso de asilo, Estatus de Protección Temporal (TPS), ajuste de estatus, peticiones basadas en la familia o cualquier otra visa no enfrentan la amenaza de una deportación inmediata.

Las personas que carecen de opciones de inmigración actuales deben enfrentarse a la decisión de partir por su propia voluntad o correr el riesgo de ser detenidas y expulsadas contra su voluntad.

Para personas como José, regresar a casa significa más que una simple regresión, plantea riesgos para su bienestar psicológico y físico, particularmente en entornos caracterizados por la opresión política y sistemas de apoyo familiar debilitados.


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