Inquilina de Miami alquilaba camas a extraños a través de Airbnb

José González, un resiente del pintoresco vecindario de The Roads, caminaba con sus dos hijos al auto temprano en la mañana para llevarlos a la escuela, cuando miró al otro lado de la calle y quedó asombrado por lo que vio.


“Son las 7 de la mañana, y hay un tipo cambiándose de ropa, abriendo el maletero de su carro, quitándose la ropa y bajándose los pantalones. El estaba en trusa”, dijo González. “Me quedé pensando: ¿qué demonios es esto?”

Era una escena inusual para este tranquilo vecindario. Pero González y sus vecinos afirman que notaron un cambio alrededor de los días festivos: autos con placas de California y Colorado dominaban los estacionamientos en la calle, carros de Uber recogían a rezagados con mochilas, y hombres y mujeres desconocidos andaban por la avenida 4 bebiendo de latas de cerveza.

Resultó que la propietaria de una casa de dos pisos, cerrada con una verja, del otro lado de la calle, la había alquilado a una nueva inquilina que se dedica a alquilar propiedades en Airbnb.

Mientras ocupaba el dormitorio máster en el piso de arriba, la inquilina identificada como Bonny Tejada convirtió la planta baja de la casa de seis dormitorios y cinco baños en un hostal, alquilando docenas de camas y colchones por precios tan bajos como $30 por noche, una oferta que según los vecinos atrajo a cientos de personas a la casa en un plazo de unos pocos meses.

El negocio ayudaba a Tejada a pagar el alquiler mensual de $6,500 y le dejaba dinero, por algún tiempo. Pero los huéspedes en el 2301 SW 4 Ave. provocaron una sublevación entre los vecinos, lo cual llevó a una orden de desalojo y luego a una investigación de fraude fiscal.


El desastre lanzó además a la propiedad a la primera fila de una disputa política entre Airbnb y el alcalde Tomás Regalado, y se convirtió en una historia ejemplar de lo que puede pasar cuando Airbnb se descontrola.

“Fue una pesadilla”, dijo Alicia Pérez, la propietaria de la casa.

Como lo testifican los mismos vecinos que se quejaron de Tejada, los anfitriones que alquilan sus propiedades a través de Airbnb lo hacen en gran medida esporádicamente y a pequeños números de personas, por un total de cuatro o cinco semanas al año. En estos momentos, alrededor de una docena de propiedades en el vecindario cercano están listadas en Airbnb. Y aunque algunas han probado ser problemáticas en el pasado, prácticamente ninguna de ellas ha generado el nivel de frustración que creó el hostal improvisado de Bonny Tejada.

Los problemas comenzaron algún tiempo después de que Tejada firmara su contrato de alquiler con Pérez en agosto, tras haber sido desalojada de tres apartamentos de South Beach en los cuales, de acuerdo con documentos judiciales, estaba acusada de llevar un negocio ilegal de alquileres a corto plazo.

Ella acordó hacer un depósito de $32,500, una cantidad que según ella eran “sus ahorros de toda la vida”. Pérez está en total desacuerdo con esto, pero Tejada dijo que estuvo dispuesta a invertir ese dinero en la propiedad solamente porque ellas acordaron que ella podría subalquilar la casa a través de Airbnb, la popular plataforma de alquileres a corto plazo.

Durante algún tiempo, vecinos como González no supieron nada de esto. Pero hacia fines de año, ellos notaron un aumento del tráfico en su calle, el hecho de que los estacionamientos en la calle estaban todos llenos, y veían a desconocidos de aspecto sospechoso.

González dijo que nunca hubo fiestas escandalosas, pero la cantidad de personas y la clientela atraída por los precios de Tejada se hicieron problemáticos.

Los huéspedes empezaron a tener menos aspecto de turista y más de vagabundos.

Durante una audiencia llevada a cabo el mes pasado ante la junta de cumplimiento de códigos de Miami, Pérez dijo que ella no estaba al tanto de cómo estaba usando la casa Tejada hasta diciembre, cuando los vecinos la contactaron para darle las quejas. Pero Tejada dijo todo lo contrario.

“Yo alquilaba con el permiso de ella”, dijo Tejada en una entrevista. “No había alcohol. No había drogas. No había fiestas. La gente venía a dormir, no a fiestar a la casa”.

Airbnb, por su parte, respondió con rapidez a las quejas sacando la propiedad de Tejada de su plataforma. Gant, la presidenta de la asociación de propietarios, dijo que la plataforma de viviendas compartidas respondió con rapidez e hizo lo que pudo para acabar con el problema.

“Airbnb tiene cero tolerancia con los anfitriones que abusan de la confianza de sus vecinos, y en las primeras 24 horas después de que nos avisaron de este asunto, eliminamos su anuncio de nuestra plataforma”, escribió el vocero Benjamin Breit en un correo electrónico, y agregó que la posición de la Ciudad en contra de los alquileres a corto plazo en realidad complica sus esfuerzos por tomar medidas en contra de propiedades problemáticas.

“En ciudades donde los alcaldes están dispuestos a colaborar con nosotros, el proceso de sacar de la plataforma a los infractores ocasionales es significativamente más simple y mejor coordinado”, dijo.

Pérez, tras recibir citaciones del departamento del cumplimiento de códigos, fue investigada por el tasador de propiedades de Miami-Dade por fraude fiscal y recibió una cuenta de $63,661.31 el mes pasado. Pérez pagó la cuenta, pero dijo que lo hizo solamente para evitar que se acumularan los intereses mientras ella impugnaba las conclusiones del tasador de propiedades. Los vecinos la culparon de ser una casera negligente, pero ella afirmó que Tejada se aprovechó de ella.

(Con información de el Nuevo Herald)


2 Comentarios

  • Oznerol abril 27, 2017

    Este articulo debia llamarse La Historia del Tabaco…….por poco me duermo antes de terminarlo de leer…….

  • Pablo Gonzalez abril 27, 2017

    Hay que tener cuidado cuando uno alquila ya sea un efiche o un cuarto, su casa debemos saber que personas metemos si no esto puede traernos grandes problemas a veces vale la pena ganar menos teniendo buenos inquilinos.

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