Israel Rojas, director del dúo Buena Fe, y defensor del castrismo, compartió ayer viernes un comunicado, luego de finalizar su fallida gira por Europa en la que les cancelaron la mayoría de los conciertos que tenían agendados, ante el rechazo de los exiliados cubanos en la diáspora por la complicidad de los músicos con el régimen de La Habana.
Según el artista devenido vocero del oficialismo, lo que vivieron fue una «campaña absurda iniciada por dos despreciables, con conciencia de serlo y amplificada por personas y plataformas que miente con total convicción y maldad».
Asimismo dijo se tuvieron que enfrentar cada día al odio y los retoños de fascismo en Europa». Rojas reconoció que «fueron días difíciles». A su juicio «los más difíciles de su carrera», que inició hace más de dos décadas.
De acuerdo al cantante y compositor, que no reveló quién pero obviamente se refería al desgobierno que defiende, les sugirieron regresar a Cuba «y salir del ojo del huracán mediático».
«Pero bueno… ¿qué hace uno con la gente que sacó entradas para escuchar tu música?», se cuestiona en su mensaje.
«Hemos obedecido a la voz de nuestras conciencias. Como siempre. Y hay heridas, claro que las hay. Y hemos visto personas nobles y buenas que nos han ofendido, por estar mal informadas. Por escuchar y consumir información chatarra. Me niego a creer que lo hacen pues les gusta hacer daño. Y muchos boots y perfiles falsos tratando de hacer coro para armonizar el odio. Y también hemos tenido pérdidas económicas», aseguró.
«En esta hora, todo mi cariño para los que ya son hermanos. Los que alzaron su voz en solidaridad públicamente. Los que han recibido los golpes que estaban destinados a mí. Los que viajaron kilómetros por escuchar una canción. Los que nos han dado cobija y amparo. Y mi desprecio inmenso, inolvidable, imperdonable a los que cultivan ese odio», sentenció.
«El reto está en seguir adelante. Con las mejores canciones posibles. Trabajando duro como cultores del amor y la buena fe entre los seres humanos. Criticando lo que lo merezca para la construcción de un país mejor. Pero jamás siendo alabadores de la derrota, la rabia y el “llantén lastimero” que se sabe que no arregla, ni funda nada, pero rentabiliza», escribió.
Rojas agregó que «nunca ha creído en la competencia de quien mete más gente en un concierto, porque eso es un medidor muy injusto y variable. Pero incluso en ese pantanoso campo, igual podemos hacer la competencia…», propuso.
Al tiempo que aseveró que actualmente tienen más seguidores en España de los que han tenido en el pasado. También dijo que su nueva producción discográfica se está escuchando muchísimo más en la Isla y en toda Latinoamérica.
«Son los datos de Sandunga, de Los Lucas, de Spotify… no lo digo yo», reiteró.
El músico reveló que el gobierno cubano los recibió «con los protocolos que se le prodigan a atletas que regresan de grandes victorias».
«Nos han ofrecido hacer un gran conciertos masivo en la Habana. Nos han ofrecido agasajos y honores. Nosotros, agradecidos de tan buena vibra y la admiración que quizás provoca en algunos, esta tozuda voluntad de defender la música, que es nuestra manera de defender lo que para nosotros es Cuba», relató.
«Pero hemos dicho que NO. Queremos llegar al abrazo de nuestras madres, de nuestras parejas, nuestros hijos y familiares, que tanto han sufrido. No queremos alterar la programación normal de conciertos que están pactados. No queremos capitalizar estos sucesos para beneficio personal. No es necesario. Nada hemos hecho extraordinario. Solo hemos sido nosotros mismos», concluyó.
Recientemente Rojas se negó a reconocer que en Cuba existieran presos políticos, en otras ocasiones ha criticado y ofendido al exilio cubano, y en los últimos años no ha dudado en poner su talento al servicio de la dictadura, apoyando a quienes oprimen a su pueblo, lo que sin duda es «imperdonable» es su confabulación con el régimen.