Este lunes se dio a conocer la remoción de Jorge Luis Perdomo Di-Lella del cargo de viceprimer ministro de Cuba, el cual venía ejerciendo desde el 2021.
La breve nota oficial que comunicó tal decisión fue publicada en el periódico Granma y leída en televisión. Dicha nota solo señaló que el origen de la medida responde a «errores en el desempeño de sus funciones», sin abundar en los motivos específicos que conllevaron a la separación de este individuo del cargo de alto rango que desempeñaba.
Asimismo, hizo alusión a que «el Consejo de Estado, a propuesta del Presidente de la República y previa aprobación del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba», determinó efectuar tres «movimientos de cuadros».
En tal sentido se anunció la promoción al mentado cargo del Doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, de 56 años, quien fungía desde febrero como ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
También se decidió designar como ministro del CITMA a Armando Rodríguez Batista, de 47 años, quien se desempeñaba como viceministro de ese organismo.
La nota en cuestión reveló que Rodríguez Batista «es ingeniero radioquímico, ostenta el grado científico de Doctor en Ciencias. Ha transitado por este organismo durante más de 20 años, desde especialista en Ciencia y Tecnología, director de Ciencia, Tecnología e Innovación hasta su actual responsabilidad. Además, es miembro del equipo técnico del Consejo Nacional de Innovación».
Perdomo Di-Lella nunca fue una de las personas más conocidas de la cúpula gobernante cubana, sin embargo sí constituía una de las más jóvenes con sus 52 años y tenía mucha experiencia, pues antes de convertirse en viceprimer ministro, asumió importantes responsabilidades igualmente vinculadas al aparato gubernamental.
Este hombre se graduó de Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones y trabajó como ministro de Comunicaciones en el período comprendido entre julio de 2018 y abril de 2021, siendo promovido en esta fecha a viceprimer ministro.
Además, era diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) por la ciudad de Camagüey e integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
De conformidad con lo expuesto por la agencia Efe, «la denominación de ‘errores en el desempeño de sus funciones’ se ha empleado en otras ocasiones por el oficialismo cubano para apuntar a posibles abusos de poder o delitos de corrupción, pero es una denominación ambigua y sin ningún significado legal».
Lo cierto es que ahora Perdomo Di-Lella integra la lista de los altos dirigentes del gobierno cubano y del PCC destituidos en el transcurso de este 2024. Es válido recordar que el pasado mes de febrero se produjo la separación de Alejandro Gil Fernández del cargo de ministro de Economía y Planificación, por haber cometido, según Díaz-Canel «graves errores», lo que provocó que fuera acusado de corrupción un mes después.
En aquel entonces el mandatario aseguró que ni la dirección del PCC ni el gobierno permitirían nunca «la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad».
Hasta el momento ni Miguel Díaz-Canel, ni el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, ni el propio Perdomo Di-Lella se han pronunciado a través de sus redes sociales sobre los movimientos de cuadros en cuestión, cambios que emergen en un contexto sumamente complejo para el país, marcado por la agudización de la crisis energética.