El agente de José Fernández había arreglado con el pelotero sus asuntos financieros para que, en caso de muerte, se cumplieran escrupulosamente sus deseos.
Una decisión que ahorrará dolores de cabeza a su familia después de la tragedia que le costó la vida el pasado 24 de septiembre.
Así lo contó a ESPN el agente del beisbolista cubano, Scott Boras, quien hace años pasó por un trago similar cuando uno de sus clientes, el también pelotero Nick Adenhart, perdió la vida en un accidente de tráfico a los 22 años.
Por eso Boras se sentó este verano con Fernández para determinar qué hacer con sus bienes en caso de fallecimiento. Según él, el pelotero estableció que en caso de que algo le pasara, todos sus bienes serían heredados por su mamá, Maritza Rodríguez, incluyendo un seguro de vida por $1.05 millones en caso de muerte accidental.
A pesar de su corta edad, José se había convertido en uno de los jugadores más prometedores de los Miami Marlins y en su corta carrera ya había ingresado $6.5 millones.
Su salarió para la actual temporada era de $2.8 millones y se esperaba que el año que viene saltara a $11 millones gracias a su gran desempeño dentro del diamante, que lo llevó a ser novato del año e inicialista en dos juegos de las estrellas.
En cuanto a la hija que tenía en camino, Boras ha iniciado un proceso legal para establecer un fondo fiduciario destinado al beneficio de la bebita que María Arias espera del fallecido jugador. El fondo será administrado por una tercera persona de confianza y el dinero no podrá ser utilizado antes de que nazca la niña, según ESPN.
Arias, pese a su relación sentimental, carecía de vinculo legal con el pelotero, por lo que no recibirá ninguna herencia. Sus bienes, propiedades y cuentas de ahorro se encuentran en un fondo a nombre de su mamá, contó Boras.
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