Una joven de 24 años de la provincia de Cienfuegos ha denunciado la pérdida de su bebé a los 8 meses de gestación justo después de recibir la vacuna contra el Covid-19.
Se trata de Yeleinis Ruiz Padrón de Juraguá quien dio declaraciones al sitio de noticias CubaNet.
De acuerdo a sus declaraciones, ese era su primer embarazo y lo llevó sin problema alguno hasta que solo horas luego de recibir la vacuna comenzaran las complicaciones.
“Empecé en noviembre el embarazo, un embarazo perfecto. No tuve problemas de presión ni nada. Fue un embarazo perfecto hasta el 30 de julio de 2021, cuando me ponen la vacuna. A las 12 de la noche del 31 de julio, después de ponerme la vacuna, comencé con pérdida de líquido”, dijo al citado medio.
Del policlínico la joven fue llevada a un hospital donde estuvo de viernes a lunes, y el lunes fue dada de alta.
“Iba con sangramiento, con un poco de contracciones. La tuvieron de viernes a lunes en el hospital. El lunes prácticamente la sacaron de allí”, indicó su suegra añadiendo que pese a que la joven solicitó al personal sanitario la realización de más pruebas, la doctora que le atendió decidió darle el alta médica.
“Me dan el alta y le digo a la doctora que me hiciera un ultrasonido y ella no me quiso ni hacer un test rápido ni hacerme el ultrasonido”, detalla Ruiz Padrón.
El martes las autoridades del hospital la fueron a buscar para llevarla a un hogar materno donde se le hizo la prueba del Covid y dio positiva. Tras el diagnóstico, le informaron que no podía estar allí y la remitieron una vez más al hospital de donde la habían sacado un día antes.
Sin embargo, tras una revisión una vez más fue enviada a su casa a pesar de que continuaba con pérdida de líquido.
Fue dos días después, que nuevamente en el hospital accedieron a hacer un ultrasonido que confirmó la pérdida de líquido. Tratando de calmar la situación, los médicos le dijeron que «no pasaba nada, que no se preocupara, que al niño no le iba a ocurrir nada por eso».
La joven dijo a los médicos que “no sentía el niño como antes, porque se me movía mucho y ya yo no lo sentía”. Los médicos no ordenaron más pruebas inmediatamente, pero un día después con otro ultrasonido confirmaron que el feto había muerto en el vientre de su mamá.