Muchos cubanos que tienen familiares que padecen enfermedades graves han acudido a solicitar visas humanitarias o han emigrado hacia otros paĂses para procurarles un tratamiento mĂ©dico que permita su curaciĂłn o una mayor calidad de vida, ante la ausencia de recursos en la isla para el enfrentamiento a estas.
Recientemente, la activista cubana Diasniurka Salcedo Verdecia, dio a conocer a travĂ©s de las redes sociales, que el adolescente Raudel Alejandro Echemendia Hernández, de 13 años de edad, residente en la provincia de Sancti SpĂritus, tiene un linfoma de Hodgkin grado 4 y que necesita una visa humanitaria para poder atenderse en otro paĂs, acompañando su publicaciĂłn con fotos de la historia clĂnica del paciente. TambiĂ©n hizo la misma peticiĂłn en relaciĂłn a la pequeña Ashley Manuela Echaide Mesa, quien se encuentra en estado crĂtico y requiere un trasplante hepático, pero el sistema de salud cubano no puede proporcionárselo.
El cubano Froilán Careaga, padre del menor Dalián JesĂşs, está atravesando por una situaciĂłn similar, pues su hijo naciĂł en Cuba prematuramente con hidrocefalia, que es una enfermedad por la cual se acumula lĂquido dentro de las cavidades profundas del cerebro ejerciendo presiĂłn sobre el mismo y pudiendo ocasionar problemas en la funciĂłn cerebral. Dicha enfermedad ha provocado que el niño haya sido intervenido quirĂşrgicamente en 16 ocasiones.
Este joven arribĂł a los Estados Unidos hace aproximadamente un año con el objetivo de que su esposa y sus dos hijos tambiĂ©n pudieran llegar a dicho paĂs y que Dalián JesĂşs tuviese la oportunidad de recibir mejor atenciĂłn mĂ©dica en el Hospital Nicklaus Children´s Hospital, mediante su programa de ayuda a pacientes de otras nacionalidades.
Para alcanzar su objetivo, Froilán ha trabajado duro desde su llegada, realizando actualmente jornadas diarias de 13 horas, sin descanso, como barbero en «Shave Barbershop», una barberĂa que se encuentra en Miami Beach.
En las declaraciones prestadas a Univision, el padre cubano manifiesta que si bien su hijo está estable, es muy importante que reciba rehabilitaciĂłn, recalcando su optimismo de que este pueda ser atendido en el mencionado hospital y su convicciĂłn de que será feliz en este paĂs. Al respecto expresĂł: «Eso me serĂa de gran ayuda porque, por mucho que yo trabaje, esos tratamientos son bastante caros porque mi hijo tiene una condiciĂłn un poco crĂtica, y gracias a ese hospital pudiera mejorarle la calidad de vida a mi niño, si me aceptan».
La familia de Froilán salió hace varios meses de Cuba como resultado de su esfuerzo y se encuentran en México para asistir el próximo 5 de noviembre a su cita ante las autoridades migratorias
en la frontera.
Estos son solo algunos de los ejemplos de cubanos que buscan la esperanza más allá de sus fronteras dada la falta de soluciones en la isla para enfermedades que constituyen una emergencia médica.