Asesinado en la madrugada del viernes un joven de apenas 23 años en la ciudad de Camagüey, reportó el medio de prensa independiente La Hora de Cuba.
La víctima fatal identificado como Usiel Quesada Florat, residía en la barriada de Salomé, y fue agredido por la espalda con un arma blanca, frente al al Hotel Camagüey.
El muchacho se encontraba compartiendo con un amigo en un lugar conocido como Carpa de Jayamá.
La prensa independiente revela que el agresor, procedente del reparto de San Antonio se dio a la fuga al momento de que lo atacara por la espalda.
Un testigo del altercado, que contactó a La Hora de Cuba, identificó al atacante como Dairon Montero Basulto de 20 años de edad, y de acuerdo a un vecino de San Antonio, dijo que este joven se encontraba de pase carcelario, y que ya cumplía una condena por un asesinato de un conductor de bicitaxi en la provincia de Camagüey.
«Ese cabrón no solo te mató a ti (…) porque acaba de matar a más de dos vidas. Mis ojos nunca volverán a brillar, nunca volveré a sonreír. Este día para mí ha sido el peor de mis días», escribió en redes sociales Thalia Cárdenas, la novia de Quesada Florat.
El Nuevo Herald publicó hace algunas horas que el presunto asesino ya fue detenido por la policía en Camagüey.
Desafortunadamente tristes episodios como estos ocurren a diario a lo largo y ancho de la Isla, ya que el incremento de la violencia durante los últimos años está ligado a la crisis de valores de un país donde las bases de la sociedad están totalmente destruidas y el daño antropológico es grave.
Para colmo de males la policía no opera para cuidar y proteger los vecindarios ni la vida de los ciudadanos, solo aparece para reprimir y para cuartas las libertades, respondiendo únicamente a los intereses del régimen más longevo del hemisferio.