Las nuevas generaciones de cubanos poseen un cĆŗmulo tal de insatisfacciones, que tal vez sean las mĆ”s significativas en aƱos, y difĆcilmente puedan ser atendidas por el estado fallido de Cuba, por lo que no es difĆcil imaginar que habrĆ” mĆ”s protestas y gran Ć©xodos de jĆ³venes en los aƱos venideros.
Los jĆ³venes en Cuba han perdido las esperanzas y no tienen dinero para suplir sus necesidades tĆpicas de la edad, tampoco tienen opciones para divertirse, los famosos parques estĆ”n destruidos, las piscinas son de los hoteles y los turistas entre otras tantas cuestiones. Por tanto la sobrevivencia se vuelve su Ćŗnica arma, cuando no tienen la posibilidad de salir del paĆs en busca de la libertad y un nuevo porvenir lleno de oportunidades.
A raĆz de la situaciĆ³n crĆtica que vive la isla, muchos han sido los profesionales que decidieron probar suerte en otros paĆses principalmente Estados Unidos. Dentro de los 200.287 cubanos que solicitaron asilo en territorio estadounidense y de los mĆ”s de 55 mil que fueron aprobados a ingresar a Estados Unidos por la frontera, muchos son profesionales de la salud que decidieron renunciar a su carreras en Cuba para emprender una nueva en el paĆs norteƱo.
Sin embargo los que permanecen en la isla cada vez se preguntan en cĆ³mo salir y quĆ© futuro les espera allĆ. Addiel MarrĆ³n es un joven reciĆ©n graduado de medicina en la Universidad de Ciencias MĆ©dicas de HolguĆn hizo una publicaciĆ³n con una foto de su graduaciĆ³n de hace un aƱo y debajo un mensaje a sus amigos de Facebook, en tal sentido expresĆ³: Ā«ĀæQue puede pasar en un aƱo de haberme graduado?. Pues mucho y quisiera decir que todo fue lindo pero no. Lo Ćŗnico lindo que me llevo son mis compaƱeros de residencia que se han convertido en mis amigos… pero amigos en la distancia porque casi todos han emigrado en busca de su sueƱoĀ».
Agrega ademĆ”s queĀ» Es triste ver como el sacrificio de seis aƱos no vale la penaĀ». Explica Addiel que de lo Ćŗnico que se siente orgulloso es de poder darle la satisfacciĆ³n y alegrĆa a su familia de haberse graduado de medicina y poder salvar vidas. El cubano manifiesta que el paĆs debe darse cuenta del valor de los mĆ©dicos y brindarle mejores condiciones de trabajo y un sueldo digno que cubra sus elementales necesidades.
El muchacho tiene toda la razĆ³n en su publicaciĆ³n. El Ć©xodo de profesionales de la salud es evidente y solo tiene varias causas, entre ellas, el descontento con el estado, incapaz de garantizar al menos los insumos necesarios para atender los pacientes en las instituciones sanitarias. Las condiciones constructivas de los hospitales, incluso de los mĆ”s conocidos dan pena, recientemente el falso techo del lobby del reconocido Hospital Hermanos Ameijeiras cayĆ³ pudiendo ocasionar daƱos a pacientes.
Los insumos mĆ©dicos escasean en gran medida por la crisis. En muchas ocasiones los propios pacientes que van por ejemplo a las instituciones primarias de salud en busca de atenciĆ³n, dĆgase consultorios mĆ©dicos casi extintos de mĆ©dicos, o policlĆnicos en la misma situaciĆ³n, tienen que llevar jeringas, algodĆ³n, para ser atendidos por los galenos. La falta de enfermeros y mĆ©dicos propiciĆ³ que se tenga que redoblar y recargar el trabajo a los que se quedaron y por ende mĆ”s explotaciĆ³n.
Las Ā«misiones internacionalistasĀ» no son para nada apetitosas para los mĆ©dicos, muchas veces debes ir obligatoriamente porque estĆ”s espenso a que te quiten el local que te proporcionaron para vivir por poner un ejemplo. Por otro lado el estado al regreso se queda con la mayor ganancia de la Ā«misiĆ³nĀ» y les paga una migaja para subsistir menos de un aƱo, despuĆ©s de que el galeno estuvo alejado de su familia y exponiĆ©ndose a serios peligros nunca enfrentados.