Yasir salio de su natal Pinar del Rio buscando llegar a Estados Unidos pero la nueva política hacia los cubanos lo ha dejado varado en la frontera del lado de México.
Yasir un joven de tan solo 24 años duerme en la calle junto a otros cubanos en igual situación esperando encontrar alguna solución que les permita cruzar.
«La mayoría de los cubanos, especialmente los criados en el campo son criados para ser trabajadores», dijo Yasir al diario The Monitor, declinando dar su apellido por miedo a que su familia en Cuba pueda enfrentar repercusiones políticas del gobierno si se enteran que huyó para buscar asilo. «Nunca pensé que me despertaría a los pies de alguien como si fuera un mendigo … como un extranjero».
Él es uno de docenas de cubanos, y ahora centroamericanos, cuyo viaje ha sido interrumpido después de que se les negó la entrada debido a que los centros de detención locales están a maxima capacidad, al menos de acuerdo con los funcionarios de aduanas en el puente. Ahora, aproximadamente 50 personas pasaron la noche del jueves en el puente, la mitad de las cuales son cubanos.
Presentarse en el puente y declarar asilo se encuentra dentro de los parámetros legales, sin embargo, han sido legalmente detenidos en medio de la nueva política de «tolerancia cero» de la administración Trump. Promulgada en abril, la política procesa penalmente a aquellos que cruzan la frontera ilegalmente evitando un puerto de entrada oficial, deteniéndolos hasta su comparecencia ante el tribunal federal en lugar de liberarlos bajo parole o deportarlos de inmediato.
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Con respecto a los cubanos y centroamericanos retenidos en el puente, el CBP considera que la situación es temporal y no es única, teniendo que limitar previamente el número de personas a las que se permite el ingreso para el procesamiento.
Para los cubanos que hablaron con The Monitor, no parecía haber razón para que se le permitiera la entrada. Las mujeres dijeron la semana pasada que un día todos los hombres fueron arrestados y se les permitió ingresar, junto con aquellos que viajaban con niños pequeños. A diferencia de los migrantes centroamericanos que llegan a los puertos de entrada con niños a cuestas, los cubanos viajan solos, encuentran familia y camaradería entre los demás que encuentran en el puente.
Desde que Obama suspendió la política de pies secos pies mojados los cubanos han encontrado problemas para entrar a Estados Unidos en la frontera y en muchos casos son aceptados pero liberados sin documentos que les permiten llegar a la residencia permanente.
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