Una joven que había reservado un vuelo con la aerolínea Spirit Airlines para viajar con su mascota, hámster, recibió la negativa de los empleados a pesar de que él había confirmado antes que podía hacer el viaje.
Según la joven un empleado en el aeropuerto le dijo que arrojara el «ratón» por el retrete.
Un portavoz de Spirit Airlines reconoció que un empleado de la compañía erróneamente le dijo a la joven que no se le permitía embarcar con su hámster.
El hámster estaba certificado como de apoyo emocional para la joven por lo que debió ser autorizado a viajar en la cabina del avión.