Un reportaje del portal CubaNet, relata como en un taller de celulares de nombre “Adoble” ubicado en las calles G y 25 del Vedado habanero, se crean maravillas virtuales.
El establecimiento, abierto en el año 2011, no solo se empeña en la reparación de equipos celulares, sino que apuesta por el desarrollo de aplicaciones útiles para los usuarios de la Isla y quienes la visitan.
Abdiel Castillo es el cerebro detrás de este humilde negocio. Este joven ingeniero graduado del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, asegura que su primera aplicación fue una guia telefónica que dio a pie a un sin fin de ideas.
Algunas de esas ideas son LlamaFacil y TransiCuba
“Esta última posee gran utilidad para quienes optan por la licencia de conducción, pues contiene todos los aspectos teóricos para aprender a manejar, además de contar con las señalizaciones, un grupo de exámenes y otros servicios relacionados”, explica Castillo.
El joven añade que los trabajadores de su microempresa han desarrollado aplicaciones como RevolicoGO. “Con ella el usuario puede solicitar los contenidos que se publican en la página web (Revolico.com) y la herramienta los descarga automáticamente. Lo positivo está en el hecho de que consumes menos tiempo de Internet y puedes revisar los archivos con más tiempo en tu casa.”
Otro de los elementos que caracteriza a este taller de reparación de celulares es no limitarse a las colaboraciones. Quienes aquí laboran poseen estrechos vínculos con equipos de informáticos de otros lugares.
Adrián Veranes, también integrante de Adoble, comenta que mantienen buenas relaciones con otros desarrolladores porque muchas veces se precisa de la ayuda mutua.
“ConoceCuba es una de las mejores aplicaciones del país. No la hicimos nosotros, pero a menudo colaboramos con sus creadores. Esta app es fantástica para moverte en La Habana y en otras provincias pues tiene identificados hospitales, restaurantes, hoteles…”
Otras aplicaciones como la del taxi, que intenta imitar al exitoso Uber, pero sin internet, son una de las propuestas de otros jóvenes que buscan un pedazo de ese gran pastel tecnológico.
El trabajo consecuente y los resultados obtenidos han llevado a estos muchachos a abrir una sucursal en Paseo y 2. La clientela es menor, comparada con los primeros años, pero esto está dado por el acceso de los usuarios a la red de redes. En el Internet se pueden obtener disímiles soluciones a los problemas con el móvil por lo que los clientes van a los talleres por problemas técnicos más particulares.
No obstante, los chicos de Adoble perciben la calidad de sus servicios en la asiduidad de los clientes al negocio y en el gran número de personas que usan sus aplicaciones, aunque manifiestan que siempre queda algo más por hacer.