Jueza sorprendida al ver su excompañero de aula nuevamente en la silla de los acusados de la corte: «Espero que las cosas te salgan bien»

Foto: Video de YouTube de WPLG Local 10

Arthur Booth compareció en la corte este martes en la mañana después de su arresto la semana pasada para enfrentarse a la acusación de la fiscalía por varios robos que planificó y materializó en Miami y Hialeah que afectaron a personas mayores. Una vez más el acusado se vio la cara con la jueza Mindy Glazer quien fuera su excompañera de aula en la secundaria Nautilus en Miami Beach.

Booth acaparó titulares en el año 2015 cuando asistió a la corte por delitos similares y la magistrada lo reconoció, video que se viralizó en su momento cuando el hombre no podía creer que estaba frente a su amiga de la secundaria. En aquel entonces Mindy le deseó buena suerte en su vida y esperaba no volverlo a ver en esa situación legal.  «Espero que puedas cambiar tu forma de ser. Buena suerte para ti», le comentó Glazer.


Sin embargo, nueve años más tarde y estando una vez más detrás del banquillo de los acusados Booth no podía mirar de frente a su excompañera de aula quien decidió dejar a otro juez a cargo y ella mantenerse fuera escuchando el desarrollo del juicio.

«Quiero saludar a Arthur. Ojalá no fuera así. De todos modos, no puedo escuchar el caso. Voy a hacer que otro juez lo escuche, ¿de acuerdo? Espero que las cosas te salgan bien», comentó la jueza sorprendida por su viejo compañero.

Arthur de 58 años de edad fue arrestado por las autoridades el martes pasado por ser autor de dos delitos de robos de joyas en la ciudad de Hialeah y Miami. La portavoz del Departamento de Policía de Miami, Kiala Delva comentó sobre el modus operandi de Arthur para cometer sus fechorías. «Se hacía pasar por una especie de trabajador de mantenimiento en un intento de entrar a las casas de las víctimas solo para robarles joyas y huir de la escena», subrayó la oficial.

Ana Valenzuela de 83 fue una de las víctimas de atraco que comentó lo que le sucedió a Local 10 cuando vio al delincuente llegar a su casa con una identificación falsa, vestido como si fuera inspector de agua y haciéndose pasar Julio. Según la señora de avanzada edad su propósito fue mantener fuera al individuo dada su dudosa actuación, sin embargo, como ella se percató que en el barrio había trabajadores de la ciudad ese día lo dejó entrar a su vivienda.

«Me asusté. Dije: ‘Dios mío, me va a matar’. Yo ya estaba en mi habitación», comentó la anciana sorprendida por la rapidez con que se desarrolló todo. Agrega que antes que se percatara de que le robarían él le planteó que abriera los grifos del agua en lo que se dispuso a entrar en su dormitorio y robar un brazalete de oro que llevó la señora de Cuba hace más de tres décadas y salió por la puerta propinándole un empujón a la mujer.


También se le acusa de otros delitos relacionados con el robo de joyas en la Ciudad que Progresa utilizando el mismo modo de actuar. En una ocasión atracó a un hombre de 78 años de edad que reside en la calle 900 de Southeast 12th Street. En este caso entró a la casa del señor sin su autorización y le arrebató una cadena de oro valorada en 1.500 dólares ocasionando que la víctima se cayera al suelo mientras él huía de la residencia.

Posteriormente Booth llegó el vecindario de Grapeland Heights de Miami donde preparó el segundo golpe. El registro policial señala que el criminal se acercó a una mujer en la zona de Northwest 34th Avenue y 17th Street y se le acercó usando como pretexto conocer sobre unas direcciones y llamándola por «mami».

La mujer al dudar conocer al individuo le dio la espalda y fue cuando el acusado le arrebató un collar del cuello que tenía varios colgantes de marca Gucci y huyó de la escena. Como resultado de las investigaciones la policía dio con el paradero de Arthur y establecieron que este había empeñado la cadena del anciano en una tienda al noroeste del condado Miami-Dade.

Hasta el martes Arthur permanecía en los registros del Centro Correccional Turner Guilford Knight por cargos de agresión y robo con allanamiento de morada, sin derecho a una fianza. En el momento de su arresto el criminal estaba en libertad condicional, lo cual agrava ahora su situación judicial.


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