La advertencia de Trump de poner impuestos a los autos fabricados en México que se venden en Estados Unidos podía ser una revolución para la industria automotriz.

La advertencia de Trump de poner impuestos a los autos fabricados en México que se venden en Estados Unidos podía ser una revolución de la industria automotriz.


“No creo que sea un golpe mortal para la industria automotriz, pero será algo muy duro. Tendrá un enorme impacto en las ganancias”, manifestó Marina Whitman, ex vicepresidenta de General Motors.

Un trabajador estadounidense recibe $58 por hora en beneficios y sueldo. Uno mexicano gana aproximadamente $8 realizando la misma labor.

Esa es una de las razones del por qué los industriales de EE.UU, manifestaron que hicieron inversiones del orden de los $24,000 millones en México en los últimos seis años, según informe del Center for Automotive Research. En total, en el 2015 México llevó a Estados Unidos, $50,500 millones en vehículos y $51,000 millones en repuestos, teniendo en cuenta datos del gobierno.

El presidente Trump podría dar un vuelco a todo eso. En distintos tuits referentes a la industria automotriz, ha solicitado un impuesto del 35 por ciento a los autos importados de México.

“Es difícil cambiar de rumbo rápidamente”, indicó Laurie Harbour-Felax, consultora y presidenta de Harbour Results Inc.


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