Cuba ha alcanzado una popularidad turística que exige la preparación de infraestructuras destinadas tanto al alojamiento como al ocio de los visitantes extranjeros.
Para conseguirlo el gobierno cubano ha recurrido, entre otras acciones, a la contratación de obreros extranjeros para las labores de construcción, una práctica que esperan se convierta en habitual en el futuro y que ha sido ‘explicada’ y ‘justificada’ en el reportaje «Sacudir la palanca de las inversiones turísticas” del diario Juventud Rebelde.
Según la fuente contactada por Cubanet, que prefirió mantenerse en el anonimato, en la actualidad existen “ más de 600 trabajadores extranjeros contratados”, la mayoría indios y el 99% de ellos obreros cualificados. Los salarios de estos trabajadores “llegan a los 1300 dólares, y solo en dos o tres casos hasta los 2000 (dólares mensuales)”.
Además, la misma fuente señaló que “para mediados de 2017 esa cantidad pudiera incrementarse y para 2020 llegaría a ser tres veces mayor entre obreros indios y chinos”.
Por su parte, un alto funcionario de la dirección de recursos humanos de una empresa constructora de las FAR señaló al citado medio que los trabajadores extranjeros no representan una pérdida sino un “nuevo capítulo” que aporta ganancias al país: Añadió también que “los obreros indios en sí mismos son un negocio y la parte cubana hará todo lo posible por incrementar la cifra”.
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