El Gran Maestro cubano de ajedrez, Lázaro Bruzón, radicado en EEUU ha decidido romper el silencio y revelar su postura con respecto a lo que sucede en la Isla desde hace décadas, pero que hoy se hace más evidente por la fuerza que han tomado las denuncias en redes sociales.
El ajedrecista de 37 años comentó lo difícil que es dar una opinión en las redes, un fenómeno natural para la gran mayoría de los ciudadanos del mundo, pero que entre cubanos se vuelve «realmente estresante» por las afectaciones que ha dejado el régimen en cada uno de nosotros, que han traído como resultado «sentimientos de frustración, odio, impotencia, agresividad y sobre todas las cosas temor, tenemos mucho temor» a expresarnos libremente.
Bruzón explica que tiene conciencia del «peso de sus palabras» y asume la responsabilidad por sus actos, lamenta incluso herir a seres queridos que no comparten sus ideas, pero añade es preferible «quitarse ciertas máscaras de una vez por todas».
El ex campeón cubano que participó en un sinnúmero de eventos internacionales en representación de la Isla, durante la mayor parte de su carrera, admite que desde que emigró comenzó a leer y a investigar, y llegado a este punto en la actualidad no le da de ninguna manera la ecuación con respecto a lo que acontece en el país caribeño, y el trato que se le da a las personas que piensan distinto.
Asimismo se sinceró en cuanto a lo que venía a su mente antes, cuando vivía en la Isla, al escuchar la palabra «opositor o disidente», producto de la propaganda del régimen bautizados con calificativos como «mercenarios, enemigos, delincuentes».
«Hoy sé que hay mucha gente buena, gente de bien que luchan por sus derechos de forma cívica y son maltratados, encarcelados, los separan de su trabajo y le hacen la vida imposible por el simple hecho de no estar de acuerdo al sistema que hay en Cuba», confesó.
Bruzón se cuestiona hasta cuándo el Gobierno cubano seguirá «poniendo la ideología por encima de la realidad objetiva de la nación cubana».
De igual modo criticó se dilapiden recursos en actos y concentraciones masivas de carácter político en un país con tantos problemas económicos.
Añadió la necesidad de replantearse las esperanzas y sueños de los cubanos, y dijo le genera inquietud «ver la conformidad» de los más afectados, las personas que viven en la Isla y no les alcanza un sueldo para sobrevivir.
«Nuestra nación necesita que haya mas justicia, que todos seamos tratados por igual ante la ley, que se incluyan a todos los cubanos en los proyectos de la nación,que se pueda vivir en paz a pesar de las diferencias ideológicas y desacuerdos políticos, que disentir no sea un delito,que no le prohíban la entrada a su país a cualquier cubano sin una razón de peso, que no le prohíban la salida de Cuba a un grupo de personas y la razón sea que están regulados por pensar diferente», detalla.
Finalmente el reconocido ajedrecista pidió que la mayoría de los cubanos tenga la oportunidad de «vivir de forma honesta», que «la constitución de mi país no sea una sirvienta del partido comunista» y no se margine al que no se identifique con el castro-comunismo.