Una cubana a la que le inspeccionaron su equipaje en la Aduana de Chile, le encontraron cajas de tabacos cohíbas, y un objeto de santería de la Isla.
Al ser cuestionada, la cubana declaró su ropa, y algunos tabacos para su familia, pero cuando el oficial de la Aduana le abrió la maleta, la interrogó acerca de los puros procedentes de la Mayor de las Antillas, y ella respondió que los llevaba de regalo.
La mujer le dijo que podía pagar por ingresar los tabacos cubanos a Chile, e incluso intentó sobornar al agente, sugiriendo que podía regalarle una caja, pero él oficial se negó de manera rotunda.
La franquicia de los extranjeros permite ingresar hasta 50 puros a ese país suramericano, detallaba el comentarista del programa Alerta Máxima de Chilevision, que recogió el incidente. Sin embargo la ciudadana cubana traía el doble, y lo que agravó la situación fue que no los incluyó dentro de su declaración.
Y aunque amenazó al agente de control de aduanas y fronteras con que no tocara su amuleto de la suerte “porque le va a caer la maldición de Yemayá”, el hombre hurgó en la maleta de la extranjera, pero como el objeto era de material orgánico, no se lo dejaron ingresar.
¿También tengo que declarar el tarro? (refiriéndose al material de santería), preguntó la viajera cuando el oficial le mencionó que tampoco lo había declarado; y aunque discutió, imploró, no sirvió de nada, porque al decir del chileno, las reglas son de Chile y se iba a tener que regresar a Cuba sino las acataba.