Con el presidente ruso Vladímir Putin, desde la tribuna deseando “éxitos a todos los equipos y emociones inolvidables a los aficionados”, Rusia inauguró este jueves el Mundial de Fútbol, el primero que se disputa en Europa del Este, con una breve pero intensa ceremonia, recogió Efe citada por Diario de Cuba.
El país anfitrión y Arabia Saudí echaron a andar el primer partido del torneo en el estadio Luzhnikí, con capacidad para 81.000 espectadores, que cerró 5-0 a favor de Rusia.
La llegada de los aficionados fue presidida por la estatua de Lenin, fundador de la URSS en las afueras del estadio.
Diario de Cuba señala que los más animados eran los latinoamericanos, con un país anfitrión frío en su trato con los invitados.
Acompañado del máximo dirigente del fútbol mundial, Gianni Infantino, Putin quien rara vez pisa un estadio presidió la ceremonia.
Además de los dirigentes de países aliados del Kremlin y el príncipe saudí, entre los mandatarios presentes destacaron los presidentes de Bolivia, Paraguay y Panamá.
Lo evidente fue la ausencia de los líderes occidentales, al declarar su boicot en la ceremonia inaugural para deslegitimar a Putin.
Los Gobiernos del Reino Unido, Australia, Polonia, Dinamarca o Islandia ya han anunciado que no viajarán a Rusia, mientras los gobernantes de países como Alemania, Angela Merkel, o Francia, Emmanuel Macron, podrían asistir a partidos mundialistas.
El gran admirador del presidente ruso, y de la banda latinoamericana encabezada por Raúl Castro, el ex futbolista argentino Armando Maradona estuvo presente, a la vez que la estrella brasileña Pelé, considerado por muchos aficionados el mejor futbolista de la historia, tampoco asistió por motivos de salud.
Por primera vez en la historia se celebra un Mundial en Europa Oriental, y lo disputarán 32 equipos, que se repartirán por once ciudades y doce estadios, desde la costa báltica hasta los Urales.
Diario de Cuba subraya que un total de 736 futbolistas han sido inscritos en el torneo, que concluirá el próximo 15 de julio en el estadio Luzhnikí, con la gran final.