El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se opone firmemente a la inmigración no autorizada y ha declarado que vetará la legislación aprobada por los legisladores estatales. Afirma que su plan prevé medidas más enérgicas, como una regulación estricta de las transferencias de remesas desde Florida a otros países.
En una reunión en Palm Beach, DeSantis criticó la ley existente denominada «Ley Trump contra la Inmigración Ilegal» y reiteró su compromiso de prevenir su implementación.
Su gobierno está abogando por acciones adicionales para disuadir la inmigración ilegal, concentrándose en los fondos que los migrantes envían a sus países de origen:
«Muchas de estas personas provenientes de países del tercer mundo pueden ganar más dinero aquí haciendo trabajos informales que en sus propios países. Luego, envían ese dinero en forma de remesas, a veces a familiares, a veces a amigos, y en ocasiones a carteles, si somos sinceros»,dijo.
Para limitar la transferencia de fondos, DeSantis sugiere que sólo los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales con visas deberían tener la capacidad de enviar remesas, excluyendo así a aquellos que son indocumentados.
Tiene la intención de establecer un proceso similar a E-Verify, que obliga a las empresas con más de 25 empleados a confirmar el estatus migratorio de sus empleados.
«Ya tenemos E-Verify en Florida, y queremos aplicar un sistema similar para el envío de remesas»,aclaró.
Los datos de los Bancos Centrales y del Consejo Monetario Intergubernamental Centroamericano indican que en 2023 las remesas familiares a El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua sumaron casi 42 mil millones de dólares, lo que resalta la importancia de esta fuente de ingresos para estas naciones.
DeSantis cree que cortar esta fuente de financiación haría que la entrada no autorizada a Estados Unidos fuera menos atractiva. La motivación para la inmigración ilegal desaparecería, ya que no tendrían la capacidad de enviar dinero a casa, afirmó.
DeSantis cree que cortar esta fuente de financiación haría que la entrada no autorizada a Estados Unidos fuera menos atractiva. «Se acabarían los incentivos para venir ilegalmente porque no podrían enviar las remesas».
Pero, los líderes republicanos en la legislatura estatal no ven bien su propuesta y prefieren concentrarse en abordar los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados en lugar de abordar el tema de las remesas.
Daniel Perez, presidente de la Cámara de Representantes de Florida, enfatizó que el enfoque principal de la legislatura es aumentar las penas para los inmigrantes indocumentados que participan en actividades ilegales. «Puede ser que el gobernador no esté de acuerdo con la ley porque no tiene todo el poder que quería para frenar la inmigración ilegal»,dijo.
Las tensiones están aumentando entre el gobernador y la legislatura, lo que genera preocupaciones de que DeSantis pueda optar por vetar el proyecto de ley que ha sido aprobado.
Mientras DeSantis viaja por todo el estado para defender sus planes sobre inmigración y gestión fiscal, la legislatura se prepara para tomar medidas.