Llegan a Estados Unidos un padre y su hijo que salieron de Cuba en una peligrosa travesía en balsa

El 24 de noviembre salieron por la playa Guanabo, al este de La Habana el cubano Yoel Gonzalez  y su hijo adolescente Nassir que hicieron la peligrosa travesía montados en una balsa hasta cumplir su objetivo, llegar a Estados Unidos.

El lunes padre e hijo llegaron a Las Vegas para reunirse con sus familiares, después de permanecer durante una semana en la ciudad del sol, como se le conoce a Miami.

En declaraciones a Telemundo, Yoel dijo una frase que lo encierra todo, la alegría de lograr lo soñado:

«Es el final del sueño, ya es la realidad, es la verdad en las manos»

No fue algo fácil, cuentan que vivieron momentos de mucho miedo en su travesía de 5 días en el mar debido al mal tiempo y a la cercanía de los tiburones, además de estar deshidratados.

«A lo mejor muchas personas me dicen: ‘qué clase de padre tú eres que expones a tu hijo, un menor de edad, a llevarlo a que te lo coma un tiburón, o que una tormenta te lo lleve, o que se te ahogue’. Pero sinceramente, yo siempre pienso en positivo, y yo pienso en una nueva vida para él, en otra para mí también, para mi familia, porque sinceramente, Cuba no es nada», dijo Yoel.

No obstante aseguró Yoel que si tuviera que vivir la misma experiencia de temor, miedo y peligro para irse de Cuba y llegar a Estados Unidos, lo volvería a hacer sin pensarlo.

«Aquí empiezo una vida nueva», dijo.

La familia desde que supieron que se habían echado al mar hasta que les confirmaron que estaban vivos y a salvo en Miami, vivieron angustiados, dijo KDaniels Daniels, cuñado de Yoel:

«Estuvimos todos esos días sin poder dormir y buscando como aguja en un pajar algo que nos diera el alivio de que estaban con vida y no dábamos con ellos, pero nunca perdimos la esperanza. Fueron seis días de sufrimiento total. No paramos de rezar y gracias Dios se hizo el milagro de que aparecieran sano y salvos», comentó el cuñado en Facebook, agregando:

«Hasta qué punto puede llegar la desesperación de un padre, por tal de salvar a un hijo de la vida tan injusta que llevan los cubanos. (…) Esto es solo una muestra de la dura realidad y la fortaleza que tenemos los cubanos al enfrentar la desesperación y el dolor a los que estamos sometidos, por culpa de un gobierno al que no le preocupa sus ciudadanos. Y no es capaz de buscar soluciones con sus mismos recursos y levantar esa tierra tan fértil con sus manos»