Las autoridades en Cuba esperaban que con las lluvias provocadas por Erika se recuperaran los embalses de agua y se aliviara la sequía pero esto no sucedió, el impacto de las lluvias fue mínimo en las provincias orientales.
Erika se debilitó mucho más a su paso por República Dominicana y Haití. Luego se convirtió en una onda tropical debido a los fuertes vientos existentes en la atmósfera superior.
Denny Legrá Azahares, primer secretario del Partido Comunista en el territorio y presidente del Consejo de Defensa Provincial orientó la adopción de varias medidas tendentes a evitar los daños materiales y a preservar las vidas humanas debido a las lluvias, pero sobre las tres de la tarde ya el sol había salido y Erika no era más que un rastro en los archivos meteorológicos.