Luis Manuel Otero Alcántara: «Las puertas de mi casa están abiertas para el que quiera venir, vengan juntos, la SE no puede con todos»

Luis Manuel Otero Alcántara: «Las puertas de mi casa están abiertas para el que quiera venir, vengan juntos, la SE no puede con todos»/Imagen tomada de redes sociales y captura de pantalla

El artista Luis Manuel Otero Alcántara pudo hacer una transmisión directa este jueves desde Damas 955, en San Isidro, La Habana Vieja, donde hoy cumple su quinto día en huelga de hambre, la cual no está dispuesto a deponer si el régimen no cumple con sus demandas.

«Después de una semana de tortura, de violencia, de agresividad, me di cuenta de que el régimen lo que quiere es muerte, que a mi me maten en un calabozo, o que me vuelva loco en un calabozo…y yo quiero luchar por mis obras lo más consciente posible…al final mi huelga de hambre y sed es un mecanismo de lucha, voy a poner mi vida en riesgo para reunir mis obras, para mi el arte lo es todo…es la libertad, es patria, es todo…yo no voy a permitir que ellos rompan una obra mía, si lo rompieron tienen que indemnizarme y ese dinero lo voy a gastar en el barrio de San Isidro», aclaró.


Luis Manuel muy aterrizado como siempre, dijo que las personas de su barrio han sido también víctimas del acoso policial, impidiendo que los vecinos puedan «negociar el poco de leche en polvo que le dan por la bodega…»

Otero Alcántara dijo que el pide el dinero para construirle casas a la gente en su barrio, una disculpa pública del Gobierno cubano y que retiren a los militares de San Isidro, esas son sus condiciones para deponer la huelga de hambre.

El activista explicó que él ya no se siente seguro en su propia casa, que sus amigos no pueden ir, y eso no es vida.

«Entraron a mi casa, a mi propiedad privada y rompieron mi arte, mis pinturas, mi propiedad intelectual…usted es un abusador, un asesino…», indicó Otero Alcántara refiriéndose al régimen.

«No voy a deponer la huelga de hambre y sed. Prefiero morir con ese amor, no quiero que me lleven al plano de la locura, quiero morirme dignamente», sostuvo el artista de 33 años que rechaza la idea de emigrar.


«Las puertas de mi casa están abiertas para el que quiera venir, despedirnos, conversar. Si quieren venir vengan juntos, la Seguridad del Estado, el régimen no puede con todos nosotros juntos. Vamos a unirnos», expresó.

«Si este es mi final, legitimando la obra que hemos hecho con el Movimiento San Isidro, voy a regresar. Siempre voy a regresar en agua para las plantas, en un animal que le sirva de comida a mi gente…siempre voy a regresar», sentenció.

«Pero si yo no soy capaz de luchar por mis derechos, no soy capaz de luchar por el derecho de nadie», puntualizó.


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