“Tenemos la propiedad de hacerlo y ponerlo todo FEO”, lamenta el humorista cubano Luis Silva, más conocido como Pánfilo por su programa en la televisión estatal “Vivir del cuento”. Pero aunque se dedica al humor, describe con crudeza y seriedad el abandono estatal en la Isla.
Hace algunas horas Silva publicó en Facebook una imagen tomada por un colega suyo del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Geovanys F. García del centro comercial Carlos III, en la que se ven decenas de tubos de picadillo de pollo “casi descongelados, rotos y expuestos como quiera”, en la mañana del domingo 23 de septiembre.
Pero Pánfilo lanzó su propia crítica sobre el asunto, y el desastre de las tiendas del régimen cubano, donde la suciedad impera, las neveras están rotas, se venden los refrescos calientes, mientras atacan al sector particular en la Isla, y le impiden su desarrollo porque los cuentapropistas son indiscutiblemente los únicos capaces de cambiarle el rostro a Cuba.
“Y seguimos viendo horrores. Ni hablar del Mercado de 3ra y 70. Me dan deseos de llorar. Las neveras están destruídas. La peste a podrido es el primer choque. El piso sucio, con sangre y todo ese líquido que destilan las carnes mezclado con hielo derretido. Neveras FEAS con cristales rotos, y así mismo mantienen productos ahí, que cualquiera se corta. Vaya, yo no sé a dónde vamos a llegar. Yo recuerdo cuando, de niño, ir a la “shopping”, era una felicidad. Fueron los inicios del oro y la plata. Las diplotiendas. Era ir a un lugar con buen trato, con tremendo aire acondicionado, olores ricos (nada que ver con el olor a guardado o a humedad de las tiendas en MN de aquella época), con productos que no veías en las tiendas de moneda nacional. Hasta las cajas registradoras eran llamativas, todo digital. Pero a nadie le importa nada. Se va destruyendo todo delante de nuestras caras y ya, no pasa nada. Cada vez escuchas de más controles, más auditorías. Y nada, la vida sigue igual. Y así es todo. Desde cuándo Los Rápidos no son Rápidos? Desde cuándo Los Ditú ya no son la chancleta de los primeros Ditú? A eso lugares prefiero ni ir con mis hijos. Porque los dejaron llenar de borrachos con un planchao en la mano. Yo he ido a Rápidos, que han tenido a borrachos del barrio jugando dominó ahí adentro, en sus mesitas. En qué lugar queda la familia? No hablo de los Sylvain, porque esos parece que alguien se ensañó con ellos, y los condenó a la miseria. Nunca explicaron qué epidemia atacó a los Sylvain, por qué causa de la vida dejaron de vender refrescos, jugos. Sus dulces ya no son los mismos. Sus tristes neveras rotas, FEAS. Y hago énfasis en FEAS, porque me he dado cuenta que tenemos la propiedad de hacerlo y ponerlo todo FEO”, escribió Luis Silva en las redes sociales, junto a la foto del picadillo de pollo curado en Carlos III, a punto de echarse a perder.
En una segunda parte del texto, el actor y humorista cubano cuestiona al Gobierno cubano que no mejora la calidad de los servicios, pero tampoco deja que los “particulares” se desarrollen y progresen.
“Sin embargo, se le sigue abriendo fuego a los particulares. Que son los únicos que están sacando la cara por un respeto al consumidor, por un buen trato, por un refresco bien frío, por establecimientos con novedosos diseños. Con cosas, equipos e insumos que tienen que ir entrando por avión, por barco, en sus abultadas maletas, escondiendo esto por aquí, disimulando esto otro por allá. Porque comprarlo en Panamá, en Cancún, o donde sea, es muchoooo más barato que comprarlo en una TRD Cubana. Luchando, por supuesto, con la compañera ADUANA. Que cada año recrudece su bloqueo interno.
Decomisando hasta máquinas de hacer hielo. Porque eso es CARÁCTER COMERCIAL. Cuando el país necesita que cada cubano entre una máquina de hacer hielitos. Que se llene el país de hielitos. Qué rico!! Hielo por todos lados. Y se acabarán los refrescos calientes. Pero no. No lo hace el ESTADO, pero tampoco te lo dejo hacer a ti como PARTICULAR. Hemos caído en una contradicción eterna”, concluyó.