Cubana Inés Casal, madre del artista Julio Llópiz Casal, da una lección de moral y valentía al vocero del régimen Humberto López, quien a cambio de prebendas difama a artistas y a activistas en la Isla, y pone en práctica estrategias para intimidar al pueblo.
A continuación el mensaje que Casal, licenciada en Química y maestra de profesión, le envío al periodista oficialista:
¡A Humberto López!
Cuando, hace ya más de 5 meses, usted inició una feroz campaña de desinformación y de calumnias sin derecho a réplica, por el Noticiero de la Televisión Cubana (en su emisión estelar de las 8 pm), contra personas cuyo único «delito» ha sido y es exigir ser escuchados, como correspondería en cualquier Estado de derecho, yo tuve la candidez de pensar que, en algún momento, se levantaría una voz (al menos una voz) dentro del Gobierno cubano, que detuviera esa escalada de violencia que –sigo insistiendo– solo puede llevarnos a enfrentamientos terribles entre cubanos. Una vez más me equivoqué.
Hasta hace poco yo lo catalogaba a usted como un simple vocero; incluso, intentaba entender su trabajo, aunque no lo admiraba por él. Ya no es así. Usted ocupa actualmente un cargo dentro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, máximo órgano de poder en nuestro país, por lo que también es parte, y no sólo instrumento, de la política de información cubana.
A usted se le nota, además, con ese falso histrionismo, que disfruta pensando en el probable terror que debe estar inspirando en abuelos y padres cuando lo escuchan. Precisamente ese es su objetivo fundamental: lograr que, con el miedo de los padres los hijos se callen.
Pues, bien, conmigo puede ahorrarse ese «orgasmo ideológico». ¿Sabe por qué? Porque del miedo que he sentido (y siento aún), durante más de 50 años, no es usted el responsable. Yo siento el mismo miedo que han sentido (y sienten) cientos de miles de madres cubanas que, todavía hoy, le ruegan a sus hijos, estén donde estén, que se mantengan tranquilos, que no se expresen, que no van a obtener nada, que «calladitos se ven más bonitos». La única diferencia entre esas madres y yo, es que me convencí hace tiempo que si eduqué a mi hijo en el decoro y la dignidad, no voy a exigirle ahora que se convierta en un miserable.
Hoy, cuando nos ha otorgado a las madres cubanas el regalo de pasar un Día de las Madres angustiadas, solo voy a narrarle algo que he leído en más de una ocasión, en escenarios diferentes, y que no puedo asegurarle que responda a una anécdota real, pero que describe bien lo que estoy sintiendo ahora mismo:
El Comandante de una tropa que pasaba revista en su compañía, minutos antes de que ésta entrara en combate, observó que un joven soldado no podía evitar el temblor de sus manos, que sostenían el arma que portaba y le pregunto, con algo de ironía: «¿Miedo soldado?», a lo que éste respondió, con toda la firmeza de la que fue capaz: «Sí, mi General, pero aquí, en mi puesto».
Varios cubanos ya le han agradecido en su perfil por tan sabias y profundas palabras a esta madre cubana.
«¡Qué gran honor que esta MADRE haya sido mi maestra!!! Mucha gracias profe Inés por ganarle al miedo de todas nuestras madres!», escribió en las redes Lorenzo Vega.
Que gran honor que esta MADRE haya sido mi maestra!!! Mucha gracias profe Ines por ganarle al miedo de todas nuestras madres!!!
Publicada por Lorenzo Vega en Jueves, 6 de mayo de 2021
«Cuando la luz se multiplique tanto y sean muchos faros de El Morro alumbrando la opulencia de las vidas de la gran mayoría de los dirigentes políticos en ese país, y demostrando cuán falso es su discurso de pueblo otro gallo cantará», comentó Juan Carlos Rivera Quintana.
Recientemente el padre del activista Manuel D’ La Cruz también expresó por la misma vía el orgullo que sentía por la lucha de su hijo, pese al miedo que siente bajo represión constante.
Julio Llópiz Casal es un artista visual, miembro del 27N, el grupo de jóvenes que se manifestaron el pasado 27 de noviembre de 2020 afuera del Ministerio de Cultura (MINCULT), y que apoya la labor del Movimiento San Isidro.