Recientemente, el periodista Javier Díaz realizó una publicación en su cuenta de Instagram a los efectos de dar a conocer la conmovedora historia de una cubana que fue deportada a la isla tras asistir a una cita en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), un hecho que ha provocado que ella se separe de su esposo y de su hijo de apenas dos años, quien nació en Miami.
El reportero compartió un video que recrea la angustia por la que está atravesando esta mujer, quien alegó desde La Habana que se encuentra totalmente destrozada, pues no logra aceptar el hecho de que haya sido repatriada siendo la progenitora de un pequeño que ostenta la ciudadanía americana.
En tal sentido la antillana, identificada como Vivian Limonta Reyes, expresó: «Nunca pensé que el gobierno de Estados Unidos me fuera a separar así, a deportarme así».
Limonta arribó a Estados Unidos en el año 2021 y aunque fue liberada por las autoridades migratorias, recibió una orden de deportación expedita.
Desde entonces comenzó una nueva etapa de su vida en esta nación, pero hace dos meses acudió a una audiencia de rutina programada por la mentada agencia y lamentablemente terminó bajo detención.
En el audiovisual el esposo de la holguinera, quien actualmente está a cargo del hijo que tienen en común, manifestó su profunda insatisfacción con la decisión adoptada por las autoridades, destacando que estas tampoco valoraron que él también es ciudadano americano y que está legalmente casado con Vivian.
Asimismo, se refirió a la importancia de la unidad familiar, alegando: «La separación de familias nunca debe existir, este país siempre se ha caracterizado por eso, por cuidar la unión de la familia».
Además, agregó: «Yo llevo 31 años en este país, soy ciudadano americano y estoy bien decepcionado».
Precisamente, este martes Limonta retornó a Cuba a bordo de un vuelo de deportación procedente de Estados Unidos junto a otras 47 personas. El grupo de repatriados estuvo conformado por 43 hombres y 5 mujeres.
De acuerdo a lo expuesto por ella, todos viajaron esposados y al llegar al aeropuerto de La Habana, los funcionarios cubanos les ofrecieron un trato sumamente despectivo.
Al respecto Limonta comentó: «Nos dijeron ‘para que vean que ese país es malo, que bueno que les haya pasado esto, mira como los deportaron y los traen como perros'».
Su pareja estableció contacto con la oficina de Carlos Jiménez con el objetivo de frenar la deportación, recibiendo como respuesta el siguiente comunicado: «Mi despacho congresional lucha incansablemente por los derechos de todos nuestros residentes a pesar de las malas decisiones de esta administración, incluyendo las de admitir a represores castristas a nuestro país mientras castigan a las víctimas como en este caso».
Lo cierto es que en los últimos meses el ICE ha llevado a cabo la detención de varios cubanos a quienes se les otorgó el formulario I-220B al entrar a territorio estadounidense, existiendo una alta probabilidad de que sean devueltos a su tierra natal.