Según Arelis Hernández, el padre de sus hijos, Logan y Nyan de 3 y 1 año de edad respectivamente, los sacó a pasear el sábado y desde entonces no los ha vuelto a ver.
“Esto es una tortura, estoy desesperada”, manifestó Hernández, una cubana de 28 años madre de los niños.
“Mis hijos son asmáticos, necesitan su medicina y nebulizadores y todo se quedó aquí. Tengo que saber cómo están, dónde están, si están abrigados”, sigue diciendo en medio de una visible angustia.
“Mientras estaba embarazada con mi segundo bebé me golpeó, y desde entonces me separé de él”, explicó. “Le rogué y le rogué hasta que lo convencí de darme el permiso para irme con los niños”.
Hernández cruzó la frontera entre Estados Unidos y México hace ocho meses junto a sus hijos, amparada de un poder legal que le otorgó el padre, Odair Pérez Vertti, permitiéndole viajar con los menores. Pérez es mexicano, al igual que los pequeños.
“Mientras estaba embarazada con mi segundo bebé me golpeó, y desde entonces me separé de él”, contó. “Le rogué y le rogué hasta que lo convencí de darme el permiso para irme con los niños”.
Para Hernández se trata claramente de un secuestro. Sin embargo, la policía no la puede ayudar, en la Corte de Niños y Familia le dieron muy pocas opciones y, mientras busca desesperadamente ayuda para recuperar a los pequeños, teme que el padre los saque del país.
Casos como este se repiten con bastante frecuencia aquí en Miami.
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