Miles de personas en Barcelona salieron a las calles en una marcha organizada para condenar el terrorismo y el ataque ocurrido la semana pasada donde murieron 14 personas en Las Ramblas.
El lema de la marcha, “no tengo miedo”, surgió de una reacción cívica espontánea a la violencia y fue adoptado por el gobierno y la clase política española de manera unánime.