El partido republicano celebro su primer debate entre los candidatos para obtener la nominación que les permita optar por la presidencia de Estados Unidos en el 2016. El debate estuvo cargado de frases hechas, consignas y pocas soluciones a los problemas del país, más bien parecía un reality show o un concurso de belleza donde cada candidato trataba de arrancar algunos aplausos con frases sin sentido y con poco análisis.
Entre todo este show siempre hay ganadores y perdedores, los focos estaban entre los dos candidatos que dominan las encuestas, Donald Trump y Jeb Bush, pero ninguno de los dos impresiono, Trump resulto más antipático de lo que la gente esperaba buscando siempre el enfrentamiento en vez de ofrecer soluciones y Bush termino siendo uno más en el escenario con respuestas pálidas y siempre mirando a su pasado como gobernador de Florida.
El importante diario estadounidense The New York Times en un análisis post debate vio al senador cubanoamernicano Marco Rubio como uno de los que más impresiono por sus respuestas y su elocuencia al explicar y dar sus soluciones a los problemas planteados, aunque nada brillante fue entre lo malo, de lo mejor que se escuchó.
Marco Rubio intento utilizar su pasado como hijo de cubanos emigrados de clase media que entiende cómo viven la personas en Estados Unidos para intentar ganar el apoyo de los republicanos para la nominación a la candidatura presidencial, pero en todos los casos se echó en falta la sustancia, ninguno da soluciones concretas a los problemas, ninguno tiene un plan claro de cómo mejorar la situación del país.
Marco Rubio puede ser el ganador del debate entre los republicanos pero los verdaderos perdedores son los ciudadanos y residentes de Estados Unidos que les va a tocar ser dirigidos por políticos sin sustancia y populistas que apelan a discursos emocionales en vez de ser prácticos en la solución de los problemas del país.
17 Comentarios