En 2016 Cuba habría pagado 5,299 millones de dólares, para cumplir los compromisos de la reestructuración de su deuda externa.
A pesar de que el turismo aumentó, la economía cubana seguirá en crisis este año, agobiada por la deuda externa y la situación en Venezuela.
Raúl Castro, “había prometido un crecimiento del PIB del 5,1%, luego se ajustó a 4,4%, pero el promedio real del crecimiento del 2008 al 2016 fue apenas de 2,3%. El final no podría haber sido más desalentador, con una recesión en 2016 (-0,9%) y proyecciones muy inciertas para 2017 en términos de una rápida reemergencia de la crisis y de lo que podría suceder con la administración Trump”, asevera, el último reporte del Cuba Standard Economic Trend Index (CSETI).
“…para lograr volúmenes importantes de inversión extranjera y nuevos créditos en condiciones más favorables, el pasado año se planificó pagar alrededor de 5 299 millones de dólares, cifra –que según la información brindada en la ANPP [Asamblea Nacional del Poder Popular]- se cumplió, aunque no se pudieron pagar en tiempo una parte de los créditos comerciales de corto plazo”, explicó el exministro de economía de Cuba, José Luis Rodríguez.
Raúl Castro afirmó a fin de año en la Asamblea, “el cumplimiento estricto de las obligaciones contraídas como resultado del reordenamiento de la deuda externa cubana”, y continuó, que no había sido posible, “superar la situación transitoria que atravesamos en los atrasos de los pagos corrientes a los proveedores”,
“El eterno problema de Cuba es que es un país parásito, primero parásito de la Unión Soviética y después de Venezuela”, opina el economista Carmelo Mesa Lago. “Ellos no han logrado en 58 años de gobierno desarrollar una estructura económica que sea capaz de producir lo suficiente para importar y desarrollarse”.
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