Cuando en Cuba se habla de territorios donde más impacta el cambio climático, más de uno podría pensar que la provincia de mayores afectaciones por este fenómeno se ubica en la zona oriental de la Isla, donde tan fuerte inciden los rayos del sol y donde más calor se siente con temperaturas de más de 35 grados de sensación térmica.
Estamos seguros que la mayoría de las respuestas también indicarían que es el oriente cubano debido a la gran sequía hidrológica presente en sus embalses, la cual se observa desde hace varios años. Y no solo al oriente cubano, pues la sequía severa y extrema de los últimos 5 años afectó un 75 % al territorio cubano, la sequía más grave de los últimos 115 años, según el Centro Nacional del Clima.
Otras quizás, apuntarían que es Santiago de Cuba el territorio donde mayor se ha sentido el impacto del cambio climático, porque esta es la provincia cubana donde han ocurrido más temblores de tierra, originados por la falla tectónica submarina Bartlett Caimán de 1 400 kilómetros de largo que se ubica en la costa sur oriental de Cuba. Se dice que este sistema tiene potencial para originar fenómenos geológicos de hasta 8 grados de magnitud.
Santiago de Cuba es la zona de mayor peligro sísmico en la Isla y en la cual han ocurrido 20 movimientos telúricos de gran intensidad, recordándose sobre todo los de 1766, 1852 y 1932, en las zonas de Chivirico- Baconao.
Sin embargo para sorpresa de muchos cubanos, las autoridades científicas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente han investigado sobre el impacto de fenómenos extremos y la provincia cubana más afectada por el cambio climático es: Matanzas.
Sí, increíblemente es un territorio del occidente cubano. ¿Quieres saber por qué?
Bueno hay varias causas, pero una de las más importantes es que el 35 % de la geografía de la provincia son humedales y más del 50 % de sus costas al ser tan bajas son totalmente vulnerables ante el ascenso del nivel del mar. Las alertas aumentan sobre todo si se tiene en cuenta el peligro que esto representa para la zona costera de gran importancia para Matanzas y para el país, pues allí conviven actividades económicas como el petróleo, el turismo y la agricultura. Independientemente que ya se están tomando medidas, esta realidad ya está generando un impacto directo en la población, pues el agua de consumo que reciben sus pobladores proviene de cuencas subterráneas las cuales son vulnerables a la salinización por la subida de las aguas.
La salinización del agua potable en la Ciénaga ya es un problema creciente y cada año los pescadores dan testimonio de la disminución de la captura de peces, una de las actividades económicas más importantes de la región.
Se trata de un problema grave del cual se perciben ya los efectos de la salinización del agua potable, y los pronósticos para los próximos años no son nada positivos.
Pronósticos alarmantes
Desde el Centro Meteorológico Provincial de Matanzas se estimó que para los próximos años ocurrirán fenómenos de gran peligro como sequías extremas, más de una tormenta local severa, el ascenso de las temperaturas y un aumento considerable del nivel del mar.
De hecho los científicos estiman que casi el 80 por ciento de la Ciénaga de Zapata, mayor humedal del Caribe Insular, podría quedar completamente bajo las aguas en los próximos 30 años.
Tiene toda Cuba grandes retos ante el cambio climático, sobre todo por el hecho de ser una ínsula que, ante el deshielo de los casquetes polares quedaría, totalmente sumergida.
Los síntomas ya se están palpando cada vez más en todo el país con las altas temperaturas, movimientos tectónicos no solo en el oriente, sequías frecuentes, la salinización de las aguas y el aumento del nivel del océano.
Matanzas, la provincia cubana más vulnerable al cambio climático es la única incluida en el proyecto internacional Ecovalor que organiza el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la cual busca reducir la carga contaminante que provoca el impacto directo del cambio climático.
Sin embargo, la alerta
vale para todas las provincias cubanas y también para el mundo. El cambio
climático y sus efectos no esperarán por nosotros.