El matrimonio llegó a Miami el 13 de enero, 24 horas después de la liquidación de la política de «pies secos/pies mojados» por el expresidente de EE.UU, Barack Obama.
Georgina Hernández de 64 años, con su esposo Aquilino Caraballo de 67, llegaron al Aeropuerto Internacional de Miami con la intención de reunirse con sus dos hijos, agentes de inmigración los retuvieron cuando pidieron asilo.
Aún después de un mes, ella Georgina está en un centro de detención en Pompano Beach y Aquilino en Krome en iguales circunstancias.
En estos momentos son representados por el abogado de inmigración Willy Allen.
Allen afirma que es un caso complicado por dos razones: la liquidación de la política de «pies secos/pies mojados», y la orden ejecutiva de Trump para eliminar el proceso que está rigiendo ahora de detener y más tarde liberar a los inmigrantes.
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