Un adolescente de la Florida estaba disfrutando de unos días de playa, en compañía de su padre en St Augustine, cuando fue repentinamente atacado por un tiburón el sábado en horas de la tarde.
«Era como agua hasta las rodillas. Giré mi tabla, a punto de volver a remar. Y luego, tan pronto como me bajé de la tabla, él se acercó y me mordió el pie y entonces me quedé muy sorprendido», dijo Peyton McGinn a CBS News.
El adolescente no comprendía inicialmente que estaba sucediendo.
«Pensé que era como si alguien me hubiera agarrado el tobillo. Ni siquiera sentía como un tiburón ni nada. Pensé que alguien estaba jugando conmigo o algo así, y miré hacia abajo y pensé: ‘¡Oh, caramba, es un tiburón!'».
McGinn dijo que salió cojeando hasta la orilla, donde dos hombres envolvieron sus heridas con una camisa y pidieron ayuda.
«Los dos muchachos que me ayudaron en la playa cuando salí del agua, realmente los aprecio porque, sin ellos, no hubieran podido detener el sangrado», dijo.
McGinn dice que la mordedura provino de un tiburón punta negra y no causó ningún daño a largo plazo.
“No afectó ningún nervio o músculo. Es como cinco heridas profundas y luego hay un montón de huellas de dientes alrededor «, dijo.
Según estadísticas de la Universidad de Florida, 41 de los 64 ataques de tiburones no provocados en todo el mundo en 2019 ocurrieron en los Estados Unidos. De los de Estados Unidos, 21 ocurrieron en Florida.
El enfoque de McGinn ahora es recuperarse y regresar al campo de fútbol como apoyador de primer año.
«Probablemente me perderé los primeros tres partidos de la temporada», pero agregó: «Yo estaba como, pensando en lo contento que estaba de no perder ningún dedo del pie o perder mi pie ni nada».