Menor de diez años hospitalizado tras caer del quinto piso de un edificio en Alamar, La Habana

Sobrevive un niño cubano de diez años, tras caer del quinto piso de un edificio en el reparto Alamar, al este de La Habana, de acuerdo a un post publicado en redes sociales.

El lamentable suceso tuvo lugar ayer sábado 15 de abril, en la zona 7 de Alamar, según reporte de Zaira Armas Márquez en el grupo de Facebook Madres cubanas por un mundo mejor.

La mujer pidió oraciones a las miembros del grupo, para que el pequeño se recupere satisfactoriamente luego de caer del patio de un apartamento.

La vecina de la zona explicó además que el niño está hospitalizado, y se encuentra en condición estable, afortunadamente.

Por su parte, el portal de noticias CiberCuba, dio a conocer que el menor tiene una fractura de pie, y permanece adolorido.

Madres que comentaron un post posterior de Zaira Armas, indicaron que el niño es autista y se cayó persiguiendo a una paloma.

Un reporte de la Revista Cubana de Pediatría de hace algunos años señalaba que los accidentes o lesiones no intencionales son un importante problema en la salud pública de la Isla, donde este fenómeno se ha mantenido entre las cinco primeras causas de muerte a partir del primer año de vida hasta la edad adulta.

Asimismo detallaban que los menores de diez a 19 años son más proclives a los accidentes, porque comienzan a interesarse por la «búsqueda del riesgo», derivada de un afán de aventura propio de la edad.

Y entre los factores que propician este tipo de accidentes, pueden encontrarse la falta de vigilancia en el hogar, las condiciones socioeconómicas, y la falta de educación que impide el conocimiento de cómo evitar los riesgos por parte de padres y cuidadores.

La publicación pediátrica revelaba también que los accidentes domésticos representaban la mitad de todos los accidentes. Respecto a las muertes por accidente en el grupo de 0 a 10 años predominan los accidentes domésticos y la mortalidad es más elevada entre los menores de 5 años. Dentro de la vivienda familiar los lugares más peligrosos eran, en orden decreciente, la cocina, el baño, las escaleras, ventanas y balcones, el patio o jardín.