Una de las historias de cubanos que han pasado por Ecuador, y despuƩs de muchos trabajo han llegado a Estados Unidos, estableciƩndose en la ciudad El Paso. Nideidis Najarro MarcanƩ, dos aƱos despuƩs de salir de la Isla rumbo a Ecuador ha vivido duras experiencias hasta poder llegar junto a su pequeƱa hija a territorio estadounidense.
Nileidis Najarro MarcanĆ© volĆ³ de La Habana a Ecuador en junio de 2014. Ā«Tengo casa propia allĆ” en Cuba que la heredĆ© de mi abuela. Como los trabajos en Cuba pagan poco, como 15 dĆ³lares mensuales, tuve que vender todas las cosas que tenĆa adentro de la casa, mĆ”s un dinerito que tenĆa ahorradoĀ», dice a Efe la cubana, de 29 aƱos.
Nileidis permaneciĆ³ en Ecuador cerca de dos aƱos teniendo una hija en agosto 2015, Tochi Jennifer Najarro, ahora de 10 meses.
El padre es un nigeriano que vendĆa boletos en una aerolĆnea de Ecuador. Por meses, este se encargĆ³ del gasto familiar hasta que un dĆa decidiĆ³ regresar a Ćfrica.
Ā«En Ecuador no les gustan los extranjeros y mucho menos si son cubanosĀ», menciona. Ā«Si no fuera por eso, yo me hubiera quedado en EcuadorĀ».
La cubana, licenciada en contabilidad y finanzas, trabajĆ³ en Ecuador como peluquera, cajera y ayudante de cocina.
El 26 de marzo de 2016 saliĆ³ de Ecuador con su bebĆ© en brazos y llegĆ³ a Colombia en autobĆŗs. Atravesaron rĆos, playas y selva hĆŗmeda y en una lancha cruzaron por el mar a la isla La Miel, que es la primera playa panameƱa, a la que se puede llegar incluso caminando desde la localidad colombiana de Sapzurro.
Ā«Bajamos la loma y llegamos a la frontera de PanamĆ”, y allĆ en PanamĆ”, a Puerto ObaldĆa. AllĆ estuvimos una semana hasta que nos autorizaran salir vĆa aĆ©rea a la capital de PanamĆ”Ā», dice.
Nideilis pagĆ³ 275 dĆ³lares para llegar a la capital panameƱa en avioneta, en donde se desplazĆ³ por carretera hasta Paso Canoas, regiĆ³n que comparten PanamĆ” y Costa Rica.
Ā«Nos recibieron personas de inmigraciĆ³n. Nos recibieron los documentos y nos albergaronĀ», menciona. Ā«Estuvimos cerca de un mes y medio en esos albergues de malas condiciones, bajo lluvia y durmiendo en el pisoĀ».
Su bebĆ© de ocho meses enfermĆ³ de gripe y por parĆ”sitos en su zona genital.
El 12 de mayo volĆ³ con su hija de PanamĆ” a Ciudad JuĆ”rez, cruce fronterizo de MĆ©xico con Texas. Un dĆa despuĆ©s ya se encontraba en El Paso, en Estados Unidos.
Ā«Mis ideas eran llegar hasta Miami, porque ahĆ tengo la mayorĆa de mis amistades, que me podĆan ayudar con dinero y alojamiento pero ya el dinero no me alcanzĆ³ porque no contaba con que el pasaje iba a costar 805 dĆ³laresĀ», relata.
La mujer, nacida en La Habana, y su hija se albergaron en las instalaciones que acondicionĆ³ la iglesia catĆ³lica de San Pablo en El Paso, hasta que una familia hispana, conmovida con su historia, le invitĆ³ a alojarse en su casa.
Desde entonces, Nideilis ha permanecido en El Paso, donde piensa que es un buen sitio para que su hija crezca.
Ā«Tengo a mi padre en Miami, pero es una persona de avanzada edad. Mi idea era ir con Ć©l pero no me dio el dinero para llegarĀ», lamenta.
Ā«He visto que esta ciudad es muy tranquila, no hay violencia, hay muchos hispanos, me tratan muy bien, y por la seguridad de mi niƱa decidĆ quedarme aquĆĀ».
En Estados Unidos, a diferencia de millones de inmigrantes latinoamericanos, la cubana ha recibido un trato especial gracias a la Ley de Ajuste Cubano, de 1966.
Se encuentra en proceso de obtener su permiso de residencia permanente, pero ya recibe 329 dĆ³lares mensuales para comida, 247 dĆ³lares en efectivo y Medicaid (programa de seguros mĆ©dicos para los pobres) para ella y su hija.
Ā«Si tengo la oportunidad, trabajo en un oficina pero si no la tengo me gustarĆa atender al pĆŗblicoĀ», explica. Ā«Y si no hay trabajo, trabajarĆa de mesera, ayudante de cocinaĀ».
Nideilis ha vivido junto a su hija su primer verano en la regiĆ³n semidesĆ©rtica de El Paso, donde residen alrededor de cien familias cubanas.
Ahora, la valiente habanera espera obtener su residencia legal para poder regresar a Cuba por su madre y su hermano menor.
Como el sueƱo del muchos, el de Nideilis en Estados Unidos es aprender inglƩs y comprar una casa.