Miguel Díaz-Canel recibió el lunes al senador republicano Jeff Flake, de Arizona, y al ex presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt.
Un comunicado oficial resumió que el ex presidente del gigante tecnológico fue recibido por el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y juntos abordaron “el estado de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, así como posibles áreas de cooperación”.
Diario de Cuba apunta que se trata de la primera delegación norteamericana en reunirse con el sucesor de Raúl Castro al frente de la Isla, desde que asumió el mandato el pasado 19 de abril.
Para Flake, un conocido promotor del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EEUU, sobre todo en el sector comercial, “fue una reunión amistosa con el presidente. Él es ingeniero y sabe lo que Cuba necesita y los beneficios que vienen con una mejor conectividad”, aseveró el senador en rueda de prensa.
En Cuba, alrededor de cuatro millones de personas, es decir, casi el 40% de la población cuenta con acceso a internet de forma limitada, en plazas públicas y zonas WiFi, recoge Diario de Cuba.
ETECSA, monopolio estatal de telecomunicaciones lleva a cabo pruebas para aplicar el servicio de datos en los teléfonos, al menos esa información se filtró en los últimos días.
Schmidt, quien fue presidente ejecutivo de Alphabet, matriz de Google, hasta inicios de 2018, y ahora se desempeña como consejero técnico de la firma, a cargo de los asuntos externos “los beneficios de internet para el mundo son extraordinarios y es importante que los cubanos tengan acceso al mismo nivel o incluso mejor que los demás. Es importante para el desarrollo del país”.
En horas más tempranas del lunes, Schmidt conversó con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, acerca del “impacto negativo” que en su opinión ha tenido “el retroceso” de la política de EEUU hacia el régimen de La Habana, luego de que Donald Trump asumiera la presidencia del país, citando un comunicado del sitio web de la cancillería cubana.
En 2016, durante la gestión del ex presidente de Google, Cuba y el gigante de la tecnología firmaron un primer convenio para facilitar el acceso a la red de redes para los cubanos de la Isla.
“Nunca he estado a favor del embargo sino a favor de normalizar las relaciones entre los dos países (…) Me complace ver que los viajes (EEUU-Cuba) aumentaron en el período 2014-2016. Tuvimos algunos reveses, pero confío en que los podamos superar”, argumentó el republicano, que desea ver inversiones de Estados Unidos en Cuba.
La parte cubana a cargo del titular de Relaciones Exteriores “agradeció el interés por contribuir al debate en favor de la mejoría de las relaciones”.
El consejero técnico de Google explicó lo “poderosos que son los jóvenes emprendedores en Cuba. Todo lo que necesitan es internet en todas partes”.
El presidente Trump en febrero de este año lanzó una comisión para que estudie la posibilidad de extender el acceso a internet dentro de la Isla, y el régimen comunista lo calificó de “intromisión”.
Un mayor acceso a internet permitirá a los cubanos presentarse como un destino turístico seguro, dijo Flake; por su parte la Casa Blanca cuestionó esta idea, asegurando que un grupo de su cuerpo diplomático en La Habana sufriera una serie de “ataques” que perjudicaron su salud, hasta el momento quiénes y cómo se perpetraron estos misteriosos ataques se desconoce.
“Hemos hablado (con Díaz-Canel) de la conectividad pero también de los desafíos que surgieron. Tuvimos algunos reveses, las reglas han cambiado un poco (…) Pero quiero asegurarme que los estadounidenses sepan que es seguro viajar aquí”, afirmó Flake.
Hasta el momento el nuevo presidente de Cuba, no ha ofrecido ninguna declaración pública del encuentro con la delegación estadounidense, por lo que pese a los esfuerzos del senador republicano y el ex presidente de Google de negociar con la Isla, los mismos no se cree que lleguen a fructificar, o quizás es muy temprano para hacerse de un juicio.
Ahora una certeza se tiene, si el internet de alta velocidad penetra en la Mayor de las Antillas, y llega a la mayoría de los cubanos sin restricciones, este avance podría significar una crisis para el régimen, que intenta evitarlo a toda costa.
(Con información de Diario de Cuba)