La modelo con base en la ciudad de Nueva York Emilie Bosak viajo a Cuba y quedo encantada con La Habana y con su gente.
«Todo en Cuba se mueve más lentamente, requiere más esfuerzo, y involv más riesgo. Cuba no es una máquina bien engrasada. Pero cualquiera que sea cubana falta en términos de confort, servicios, la infraestructura se compensan en sus sonrisas, la alegría, la humanidad y un deseo sincero de vivir la mejor vida Pueden» dijo la modelo «Me enamoré de Cuba».
La modelo también quedo sorprendida con el nivel de propaganda política en las calles.