Recientemente, trascendió que el Vicealcalde de Transporte e Industria de Moscú, Maxim Liksutov y el Ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, suscribieron un memorando en virtud del cual este país euroasiático entregará a la isla vehículos modernos de la marca Moskvitch que se utilizarán como taxis en la misma, en el marco de las favorables relaciones existentes entre los gobiernos de ambas naciones.
La formalización del convenio tuvo lugar durante la visita que hace poco realizó el mandatario cubano a Rusia. Liksutov se comprometió a enviar desde Moscú hacia Cuba un primer cargamento integrado por medio centenar de vehículos de la mentada marca, resaltando la posibilidad de adaptar sus sistemas multimedia al idioma español a fin de contribuir a que su uso en la mayor de las Antillas sea más eficiente.
Los autos pasarán a formar parte de las flotas de taxis de La Habana y Varadero a los efectos de aliviar la crisis del transporte imperante en la nación caribeña, por lo que los residentes de estas provincias podrán recurrir a estos y viajar de una manera confortable y segura. Aunque es válido recalcar que hay grandes probabilidades de que dicho servicio se cobre en divisas.
De acuerdo a lo expuesto en un comunicado que compartió en Telegram el Departamento de Transporte de Moscú, para materializar esta iniciativa se constituyó un equipo de trabajo que se encargará de diseñar un modelo de negocio viable para la inserción de estos taxis en dichos destinos.
El Vicealcalde hizo énfasis en el interés de su gobierno por promover acciones de colaboración internacional en el ámbito del transporte, detallando que la capital rusa está en la mayor disposición de brindar a Cuba su tecnología y los conocimientos acumulados.
Liksutov, por su parte, agregó: «Apoyamos la intención de los socios cubanos de desarrollar el transporte urbano y hacer los viajes más cómodos y seguros».
El acuerdo emerge en un contexto en que la situación del transporte en la isla es un verdadero caos debido a múltiples factores entre los cuales se destacan la carencia de combustibles y de piezas de repuesto, el carácter obsoleto del parque vehicular existente, las nefastas condiciones en que se encuentran los elementos que componen la infraestructura vial, principalmente las calles y carreteras, y la falta de recursos para revertir este complejo escenario.
Los efectos de este terrible panorama recaen no solo en el transporte público, sino también en el privado, afectando significativamente las posibilidades de traslado de los antillanos y frenando el crecimiento de la economía.
Es válido puntualizar que si bien el gobierno cubano ha acudido en los últimos años a Rusia y China para tratar de introducir ciertas renovaciones en su parque vehicular a través de la firma de acuerdos, lo cierto es que los problemas en el sector del transporte en la isla persisten y en el contexto actual el estado de este es sumamente alarmante.
Las relaciones comerciales entre Cuba y Rusia que involucran «carros soviéticos» son bastante antiguas. Tras una pausa de 12 años, en 2017, la mayor automotriz del país euroasiático, AvtoVAZ, reanudó las exportaciones de autos a la nación caribeña, siendo enviados a esta 320 vehículos marca Lada de los modelos Vesta y Largus Cross. Dichos autos se destinaron al turismo y para prestar servicios de taxi, garantizándose el soporte técnico para su adecuado funcionamiento.
Los rusos reactivaron la fabricación de los Moskvitch en 2022, una marca que adquirió gran popularidad en Cuba desde los años 70, pues para nadie es un secreto que estos autos se le otorgaban a los trabajadores de la isla en concepto de estímulo laboral.
