Muchos youtubers en Cuba se exponen a la censura del régimen y al exilio por el contenido de sus publicaciones

Censura Internet en Cuba. Foto: Mehaniq / Shutterstock.com

Cubanos en la isla que se dedican a crear contenido en redes sociales, llamados youtubers, son fuertemente censurados por el régimen castrista, y acosados constantemente por la policía.

Algunos de ellos, según reportaje de Telemundo 51, decidieron a pesar de los pocos recursos y una deficiente conexión a internet dar a conocer la verdadera realidad de los cubanos, muy diferente a la que muestra el gobierno de la isla, en sus medios de comunicación.


A pesar de la pésima calidad de la conexión de internet por su lentitud e intermitencia y el elevado precio de sus servicios, muchos youtubers cubanos comenzaron a tocar temas que nunca antes fueron tratados por los medios estatales, tales como el día a día de los cubanos, las condiciones en que viven estos, algo que atrajo la mirada del gobierno, que no dudó en cortar su acceso a WIFI, incluso amenazar con multas y hasta cárcel.

 Rosanne Sánchez, quien tiene su canal Rosy Tv, cuenta a Telemundo que sus videos tomados con su celular para poderlos subir a internet debía acudir a un parque donde existiera conexión a internet, y le podía tomar entre tres y cuatro horas hacerlo a pesar de que estos podían tener menos de 1 gigabyte.

Tanto ella como Frank Camallerys (Camallerys Vlog) y otros creadores de contenidos, cuentan que empezaron a sentir preocupación por posibles represalias del régimen que perseguía el contenido de sus clips.

A menudo eran citados por la Seguridad del Estado, incluso a sus allegados debido a los contenidos publicados, incluso advertidos de serles decomisados sus medios.

También hablaron de que a pesar de las dificultades para cobrar, muchos continuaron exponiendo la realidad cubana en sus redes sociales.


Los youtubers, que ganan entre 0.5 y 6 dólares por cada 1,000 vistas de un video, algunas veces llegaban a los 15 o 20 dólares, en sus inicios, pero también podían ascender hasta 3,000, debían recurrir a una tercera persona que fuera de Cuba recibiera el pago y luego se los hiciera llegar.

La censura, las dificultades de conexión y los problemas para cobrar las ganancias, muchos se vieron forzados a exiliarse.

Uno de ellos fue Adiano, creador de la página Come Pizza, dijo que hace dos años el hostigamiento de la policía política se endureció y se vio obligado a irse del país.

Actualmente, los que continúan en la isla siguen padeciendo el acoso de los agentes que censuran sus vídeos.

Tal es el caso de la youtuber y profesora Hilda Núñez Díaz (Hildina), que ha permanecido durante varias jornadas incomunicada y ha sido sometida a detenciones arbitrarias donde la Seguridad del Estado le decomisó su teléfono y otros equipos electrónicos que usaba para hacer sus programas. 

Otro caso de hostigamiento y censura es el sufrido por Jancel Moreno y otros que han sido incluso desalojados repentinamente de su alquiler  por sus opiniones políticas compartidas a través de las plataformas digitales.


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