Le’Shonte Jones murió baleada delante de su hija el pasado mes de Mayo cuando desde un auto le dispararon mientras recogía a la pequeña afuera de un complejo de apartamentos en un vecindario de Naranja en el suroeste de Miami Dade.
Esta semana la mujer que ordenó su asesinato está tras las rejas y sus dos cómplices también están bajo arresto.
Según el informe de arresto de Jasmine Martínez, se le acusa de contratar a un ex convicto para matar a Jones, quien era empleada de la TSA (Administración de Seguridad del Transporte) y con quien hacía años tenía conflictos personales.
Según el informe los fondos que Martínez utilizó para pagar al asesino a sueldo se le habían otorgado a ella en un préstamo federal de PPP.
Martínez recibió un préstamo del Programa de Protección de Cheques de Pago por $ 15,000, dinero destinado a ayudar a los propietarios de pequeñas empresas durante la pandemia de COVID-19. Los investigadores rastrearon más de $10,000 en retiros de efectivo en los días previos al asesinato.
Martínez se enfrentó a un juez el martes por tres cargos, incluido asesinato en primer grado con un arma mortal. Se ordenó su detención sin fianza.
El presunto asesino contratado fue identificado como Javon Carter, y según las autoridades el novio de Martínez, identificado como Romiel Robinson, fue quien los conectó.
Ambos hombres fueron arrestados a inicios de mes.
Horas después del asesinato, un video encontrado en el teléfono de Carter lo muestra contando una gran suma de dinero estadounidense y diciendo “solo otro día en la oficina”.
Durante la investigación del asesinato, los agentes documentaron un patrón de amenazas de Martínez hacía Jones, entre ellas un altercado de agresión física.
Jones tenía 24 años y su niña resultó herida en el tiroteo pero no de gravedad.
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