Este martes en horas de la noche dos mujeres acudieron a la policía para asumir las consecuencias legales de un acto delictivo que cometieron el pasado 6 de mayo junto a otra fémina, consistente en el robo a un hombre de varias joyas equivalentes a la suma de 200,000 dólares en Hallandale Beach, en el condado de Broward.
Las acusadas fueron identificadas como Lexi Buffaloe, de 26 años y Antonietta Ceccarelli, de 28. La otra coautora del crimen es Juliana Cortés, de 23 años, quien fue arrestada el domingo y compareció este lunes a la corte judicial.
De acuerdo al informe de arresto, divulgado por medios de prensa locales, el pasado 6 de mayo la víctima retornó a su casa, ubicada en el vecindario de Goldens Isles, en Hallandale Beach, con posterioridad a la medianoche, llevando consigo cierta cantidad de dinero ganada en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino.
Al ingresar a su vivienda se dio cuenta que no le quedaba Coca-Cola Light y se dirigió a una farmacia Walgreens situada en 1300 E. Hallandale Beach Blvd., donde se encontró con «Layla», «Nicki” y «Rose», según lo revelado por la policía.
Las tres jóvenes comenzaron a conversar con el individuo que se hallaba en una fila para pagar e intercambiaron números de teléfono con él. Alrededor de las 3:00 a.m. lo llamaron y acordaron ir a su residencia.
En virtud de lo expuesto en la orden de detención, las acusadas se las ingeniaron para robar dinero en efectivo y joyas a la víctima, valiéndose fundamentalmente, de «sus senos y de la sexualidad entre ellas como distracción».
El reloj sustraído es un Rolex de edición especial James Cameron con un valor de 25,000 dólares.
Tras la salida de las mujeres del inmueble, el sujeto se percató de que no estaban el anillo de oro de su difunta esposa, valorado en 100,000 dólares ni una cadena de oro de unos 68,000. Además, comprobó que le faltaban al menos 3,500 dólares en efectivo y «varias piezas de parafernalia para adultos».
No obstante, hallar a las acusadas no fue demasiado engorroso.
Las autoridades declararon que lograron averiguar la chapa del auto utilizado por el trío, un Range Rover, a través de un lector de matrículas existente en la caseta de vigilancia del vecindario de la víctima.
Igualmente, se auxiliaron del número de teléfono usado por una de las mujeres para contactar con la víctima.
Como resultado de su conducta antijurídica, a las jóvenes se les impusieron varios cargos, como fraude y robo en mayor cuantía.
En la audiencia efectuada este lunes, Juliana Cortés, con cargos de robo a gran escala en primer grado y adquisición fraudulenta de bienes con un valor superior a los 50,000 dólares, alegó que era inocente y fue puesta en libertad a cambio del pago de una fianza.