
El cubanoamericano Mike Fernández, un notable empresario en el ámbito de la salud en EE.UU. y anteriormente afiliado al Partido Republicano, expresó su fuerte desaprobación hacia la falta de respuesta de los principales líderes republicanos cubanoamericanos en Miami frente a las políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Mike mencionó en una carta pública a los republicanos Marco Rubio, Carlos Giménez, María Elvira Salazar y Mario Díaz-Balart que mostraban una postura típica de traidores por darles la espalda a su comunidad. «Si no pueden encontrar su voz en este momento, o distinguir entre un dictador y otro, quizás sea hora de dar paso a otros que sí puedan y tengan una visión que tal vez les falte», manifestó el empresario en su misiva.
El Nuevo Herald publicó la carta y, en una entrevista telefónica, Fernández comentó que está dispuesto a utilizar sus propios recursos financieros para respaldar a aquellos líderes que promuevan los valores vinculados a la migración y la democracia.
Destacó el rotativo que Fernández en el escrito dijo que los cuatro miembros se están sometiendo a la autoridad presidencial por miedo a perder su empleo y su bienestar por lo que permanecerán en la memoria como aquellos que traicionaron a su propia comunidad.
En un comunicado, Fernández, líder de MBF Healthcare Partners, describió como “hipocresía” la elección de la administración Trump de eliminar las salvaguardias migratorias para quienes escapan de regímenes autoritarios, así como otras familias lo hicieron en el pasado”.
Añadió que esa postura neutral no es falta de opinión ni desinterés, sino complicidad y falta de valor, y afirmó que ha generado temor y consecuencias reales para numerosas personas en sus comunidades.
Fernández durante años ha sido un ferviente contribuyente a las políticas del estado de Florida, respaldando a candidatos de ambos partidos del país. Una de sus donaciones más importantes fue en la candidatura presidencial de Jeb Bush en 2016 y dos años antes fue director financiero en la reelección de Rick Scott. Años más atrás sus donaciones también estuvieron destinadas tanto a candidaturas de Rubio como de María Elvira, aunque en menores cuantías.
En una charla con El Nuevo Herald, Fernández señaló que las actuales políticas sobre migración podrían impactar negativamente la competitividad económica de Estados Unidos, al resultar en la salida de profesionales extranjeros.
“La imagen de Estados Unidos ha cambiado: de ser un país que recibía inmigrantes a uno que deporta estudiantes por sus opiniones políticas”, subrayó el exrepublicano.
Mike expresó su preocupación por la fractura del orden global después de la Segunda Guerra Mundial como parte de la agenda de Trump, así como es del criterio que nunca se debió disminuir la asignación de fondos para fomentar las democracias en Venezuela, Nicaragua y Cuba.
María Elvira fue la única de los congresistas que de forma pública reaccionó a las declaraciones de Fernández defendiendo su iniciativa de Ley de Dignidad, una reforma de carácter bipartidista, según publicó el sitio de noticias.
“¿Quién más en el Congreso se ha enfrentado a ambos partidos para defender a quienes no tienen papeles ni antecedentes penales, pero realizan los trabajos que otros estadounidenses no quieren hacer? Solo yo”, argumentó Salazar quien se ha visto protectora de los cubanos con I-220A.
A pesar de ello, Salazar ha eludido enfrentar directamente a la administración de Trump, centrándose en sus reproches hacia el exmandatario Joe Biden. Esta postura ha sido interpretada por ciertos grupos como una táctica para conservar su alineación con el electorado del Partido Republicano, sin desafiar al exlíder.
“Pueden hablar todo lo que quieran, pero las acciones son muy evidentes”, dijo Fernández al Nuevo Herald antes de concluir su conversación. Recientemente, los dirigentes republicanos de origen cubano han aumentado su presencia en los medios a raíz de las acusaciones sobre su actitud respecto a las políticas de inmigración del exmandatario Donald Trump.
La legisladora María Elvira Salazar se pronunció de manera abierta tras ser etiquetada como traidora en un cartel en Miami. Ella aseguró que su dedicación hacia los inmigrantes permanece intacta, especialmente en lo que respecta a los cubanos con el estatus migratorio I-220A.
María Elvira agradeció el apoyo que recibió de otras personas que colocaron vallas resaltando su labor y reiteró su compromiso con seguir apoyando a los inmigrantes, aunque Trump esté en el poder.
Por otro lado, Díaz-Balart se centra en lograr que las medidas de Trump hacia los inmigrantes sean más realistas y compasivas en su campaña electoral de 2026. Señala que está entablando diálogos confidenciales con el fin de persuadir al exmandatario de retractarse sobre la suspensión del parole humanitario, argumentando que dicho programa ha sido crucial para gestionar la migración y salvaguardar a aquellos que escapan de gobiernos dictatoriales.
En sintonía Carlos Giménez acudió a la solicitud de nuevos fondos financieros que le permitan mantenerse en el Congreso y aseguró su respaldo a los inmigrantes que arribaron al país de forma legal bajo normativas anteriores. Independientemente que no ha tenido confrontaciones directas con el actual mandatario refuta políticas que van en contra de algunas comunidades vulnerables en especial las de nicaragüenses, venezolanos y cubanos.