Willie Falcón, quien conjuntamente con su amigo de la secundaria, Sal Magluta, ayudó a convertir a Miami en la capital de la cocaína en las décadas de 1970 y 1980, saldrá de la cárcel este sábado tras haber cumplido la mayor parte de una condena de 20 años por lavado de dinero.
Pero Falcón, de 61 años, no quedará en libertad y no regresará a Miami. Tan pronto como salga de la custodia de una prisión federal de Kentucky, Falcón será detenido por las autoridades de inmigración y transferido a un centro de detención en Louisiana o Alabama.
La orden de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) al tristemente famoso Vaquero de la Cocaína lo mantendrá tras las barras mientras las autoridades deciden si
deportarlo a su país de origen: Cuba. Por supuesto, para que eso ocurra, el gobierno de Raúl Castro, tendrá que acordar recibirlo de vuelta.
«Estoy seguro de que inmigración va a hacer todo lo posible para deportarlo», dijo el abogado de defensa criminal de Miami, Rick Díaz, quien representó a Falcón conjuntamente con el abogado Jeffrey Weiner. «Pero una cosa es decir que lo vas a mandar de vuelta, y otra cosa que Cuba diga que lo va a aceptar… El cumplió su condena. El pagó su deuda con la sociedad. Estamos en paz».
Thomas Byrd, portavoz de la oficina del ICE del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en Nueva Orleans dijo que no podía dar información sobre dónde se transferirá a Falcón cuando termine su condena el sábado, pero que sí se mantendría detenido en esa jurisdicción.
En última instancia, si ICE trata de deportar a Falcón, la decisión dependerá de un juez de inmigración.
Díaz, el defensor de Falcón por lo criminal, dijo que ha hablado con los familiares del preso, y que ellos se están preparando para contratar a un abogado de inmigración con objeto de oponerse legalmente a su detención y su posible deportación.
(Con información de el Nuevo Herald)