Para este viernes fue programada una audiencia a los efectos de continuar con el proceso de juzgamiento del adolescente Derek Rosa, quien está siendo acusado de haber asesinado a su madre el 12 de octubre del año pasado en un apartamento del complejo Amelia Oaks, ubicado en 211 W. 79th Place, en Hialeah.
Los abogados del menor han abogado en reiteradas ocasiones por su traslado a un centro de detención juvenil, ya que se encuentra recluido en una prisión para adultos.
La investigación realizada a raíz del lamentable suceso arrojó que se presume que Derek apuñaló unas 46 veces en el cuello a su progenitora Irina García, de 39 años, mientras ella dormía en su habitación, donde también se hallaba en una cuna su hermana, una bebé que en aquel entonces tenía apenas 14 días de nacida.
Precisamente el año pasado un juez negó a la defensa la solicitud de transferencia del adolescente a una cárcel juvenil, sin embargo, en el contexto actual los letrados tienen la esperanza de que el jurado acceda a dicha petición.
El mes anterior los representantes de Derek alegaron que en la prisión para adultos no le están proporcionando al menor el cuidado y la educación que este requiere teniendo en cuenta que padece de autismo y de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Lo cierto es que este caso ha tenido una notable repercusión en Hialeah y en el condado de Miami-Dade y ha causado una enorme conmoción en los familiares del adolescente. Incluso algunos de ellos han enviado cartas a los miembros de la corte manifestando su inconformidad con el cargo de asesinato en primer grado que le ha sido impuesto y con su permanencia en un centro de detención para adultos.
El padre del menor en uno de los actos judiciales efectuados declaró al jurado que su hijo había recibido una buena educación familiar, que toda su familia lo quería y que nunca había tenido problemas de conducta.
Incluso trascendió que Derek mantenía un adecuado comportamiento en su centro estudiantil, que obtenía buenas calificaciones y que formaba parte del cuadro de honor de dicha entidad.
Si bien el menor ha confesado en distintas ocasiones haber cometido el crimen, nunca ha revelado los motivos que lo condujeron a actuar de esa manera.
Encontrándose su madre sin vida, Derek tomó varias fotos del cuerpo de la misma y se las envió a un amigo que había conocido a través de las redes sociales y posteriormente llamó al 911casi a las 12:00 am y contó todo lo sucedido. Al arribar los agentes de la policía al departamento el muchacho salió con las manos en alto.
En el transcurso de estos meses han salido a la luz detalles escalofriantes sobre el hecho que inclinan la balanza a favor de la culpabilidad del menor.
