Desde el pasado 23 de septiembre comenzó a surtir efectos en Florida una normativa que introduce requisitos más rigurosos en el proceso de registro de vehículos, generando un impacto negativo, fundamentalmente, entre aquellos individuos que no poseen un estatus migratorio regular.
El Departamento de Motores y Vehículos del mentado estado hizo énfasis en que al amparo de la nueva regulación, las personas que pretendan registrar un vehículo deberán aportar una licencia de conducción o tarjeta de identificación otorgada por un estado o un pasaporte válido. Quienes cuenten con un pasaporte extranjero estarán obligados a presentar este, así como otros documentos que demuestren que efectivamente ostentan una condición migratoria regular.
Al respecto, Rosaly Chaviano, abogada especializada en migración, explicó: «Además del pasaporte, la persona debe tener un I-94 que no haya expirado, una visa válida o una residencia vigente».
Con anterioridad a la implementación de esta normativa, las personas podían realizar el trámite en cuestión proporcionando una identificación y una constancia de que tenían un seguro, sin que las agencias encargadas de llevar a cabo el registro se interesaran en su estatus migratorio.
En los últimos meses los legisladores insistieron en la imperiosa necesidad de suplir lo que calificaron como un «vacío legal», argumentando que tal falencia ofrecía la posibilidad de registrar vehículos a los sujetos con una situación migratoria irregular.
En tal sentido, Chaviano expresó: «Muchos aprovecharon que la ley no definía claramente qué pasaporte era válido, y ahora se están limitando estas opciones bastante».
Según el criterio de la letrada, la incidencia de la normativa se limita a la realización de nuevos registros de vehículos y no a la renovación de los que ya existen, teniendo en cuenta que la misma no hace alusión expresa y claramente a que las exigencias incorporadas deban aplicarse también a dicha diligencia.
