Obama no quiso romper su ritual y se fue a jugar baloncesto en el día de las elecciones como ha hecho desde el 2008.
Después de que los estadounidenses empezaran a acudir a las urnas, Obama acudió a la base militar Fort McNair, en las afueras de Washington, para jugar un partido de básquetbol con amigos.
Obama espera que Hillary Clinton gane las elecciones.