Un reciente fallo judicial ha obligado a la ciudad de Miami Beach a reabrir el tráfico vehicular en ambas direcciones en la icónica Ocean Drive, entre las calles 5 y 14, tal como estaba antes de la pandemia. Esta decisión ha generado un amplio debate entre residentes, comerciantes y turistas sobre las implicaciones de restablecer el tráfico en esta famosa calle.
Según la jueza que dictó la sentencia, a partir del 15 de enero, Ocean Drive volverá a su configuración anterior, permitiendo el tráfico vehicular en dos direcciones, mientras que una de las vías se destinará a bicicletas y peatones. Este cambio se considera un retroceso por parte de algunos, ya que han observado mejoras en la seguridad y limpieza de la calle desde la restricción de vehículos.
El comisionado de Miami Beach, Alex Fernández, expresó su preocupación, argumentando que la decisión se basa más en intereses comerciales que en el bienestar de los residentes. Fernández señaló: «Esto es un dictamen que solamente beneficia al interés comercial a costa de la calidad de vida de los residentes». Muchos consideran que áreas como Ocean Drive deberían ser exclusivamente peatonales, similar a otras ciudades del mundo que han priorizado la movilidad a pie y en bicicleta.
Algunos residentes y turistas apoyan la reapertura, argumentando que permitir el tráfico vehicular mejorará el flujo y facilitará el acceso a playas y restaurantes. Un visitante comentó: «Es mejor que haya coches, así los turistas pueden llegar más fácilmente a las playas». Sin embargo, otros defienden la actual configuración peatonal, señalando que permite una experiencia más segura y agradable.
La demanda que llevó a esta decisión fue presentada por los propietarios de dos hoteles emblemáticos de Miami Beach, quienes argumentaron que el cierre de un carril de tráfico en dirección norte no estaba autorizado y era ilegal. A pesar de los esfuerzos de la ciudad por mantener la configuración actual, el juez falló a favor de los demandantes, destacando que los cierres de tráfico eran inseguros y no contaban con la debida autorización.
En respuesta a este fallo, la ciudad de Miami Beach planea apelar la decisión, buscando mantener algunas de las mejoras que se han implementado en la zona desde que se limitó el tráfico vehicular. Mientras tanto, la comunidad continúa debatiendo sobre el futuro de Ocean Drive y su uso como un espacio tanto para vehículos como para peatones.
