La inseguridad que sienten los cubanos y el miedo a ser robados en su propia casa ha convertido el oficio de herrero uno de los más lucrativos en La Habana, Cuba.
La mayoría de los cubanos que han tenido el dinero para hacerlo han llenado de rejas ventanas y puertas para poder proteger sus pertenencias por el miedo a ser robados. No todos pueden hacerlo, cada reja, ya sea de puerta o de ventana no se consigue por menos de 50 CUC, el salario de casi tres meses de un trabajador de la isla.
Los robos han aumentado considerablemente en la capital de Cuba y el trabajo que pasan los cubanos para conseguir algunas pertenencias hacen que tengan que invertir en rejas para sentirse seguros.
Como practica común los herreros trabajan sin licencia por lo que se ahorran los altos impuestos que el gobierno cobra a los cuentapropistas.
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